El organismo regional de Naciones Unidas dedica un apartado del "Panorama Social 2012", presentado en Santiago de Chile, a analizar lo que denomina la economía del cuidado. Para ello se ha centrado solo en el empleo retribuido y no en el trabajo no remunerado.
Ese empleo retribuido incluye, según explicó el director de la División de Desarrollo Social de la Cepal, Martin Hopenhayn, a maestros y asistentes de educación preescolar y especial, enfermeros y auxiliares, niñeras y cuidadores y trabajadores del servicio doméstico.
Según la Cepal, el 6.7 por ciento del total de ocupados en América Latina (con datos para 14 países) trabaja en el sector del cuidado, un porcentaje "proporcionalmente bajo" en relación a la cantidad de niños, ancianos y discapacitados sin autonomía, apuntó Hopenhayn.
Esto se debe en parte a que "el grueso del cuidado todavía en América Latina y el Caribe corre por cuenta de las mujeres en los hogares bajo la forma de empleo no remunerado", según indicó el experto.
Alrededor de tres cuartas partes de los trabajadores están empleados en el servicio doméstico en hogares y, según Hopenhayn, "precisamente este sector es el que adolece de menores niveles de protección social y el que percibe ingresos más bajos".
Entre los trabajadores del cuidado se observa una mayor incidencia de la pobreza que entre el resto de los ocupados (24.1 por ciento frente a 20.2 por ciento en 2010).
Las mujeres ocupan el 94 por ciento de los trabajos asociados a este sector: 71 por ciento en el servicio doméstico y 23 por ciento en servicios educativos y de salud. El 6 por ciento restante corresponde a hombres empleados en el servicio doméstico y en otras ocupaciones del ámbito del cuidado.
El informe señala, por otra parte, que un porcentaje bajo de hogares efectúa algún gasto en servicios de cuidado (15 por ciento).
En promedio, sólo el 7.6 por ciento de los hogares del quintil más pobre efectúa gastos en este ámbito, frente al 32 por ciento en el quintil más rico.
Por otra parte, según los últimos datos disponibles de distintas fuentes, todavía muy diversas en la captación de información al comparar entre países, alrededor de 12 por ciento de la población de América Latina y el Caribe viviría al menos con una discapacidad, lo que involucra aproximadamente a 66 millones de personas.
A la luz de estos datos, la Cepal considera que "se requiere un nuevo balance respecto del rol del Estado, del mercado, de las familias y la comunidad en la provisión del cuidado", así como un nuevo contrato social que establezca una distribución más equitativa entre mujeres y hombres.