Con gran expectación y muchas presentaciones mundiales de nuevos modelos dio comienzo el Salón del Automóvil de Pekín, un evento que crece cada año y ya muestra el hambre de las grandes marcas por hacerse sitio en un mercado, el chino, que desde 2009 es el mayor del mundo, por encima de Estados Unidos.
China se convirtió el año pasado en el mayor mercado del automóvil del planeta, con unas ventas de 13.5 millones de vehículos (3 millones más que Estados Unidos), y esto se nota en los esfuerzos de este año de las marcas líderes en presentar a los consumidores chinos lo último y más moderno de sus factorías.
La coreana Hyundai, por ejemplo, presentó su nuevo turismo compacto Verna, el cuarto que fabricará en China, un automóvil que espera lanzar al mercado en la segunda mitad del año y que captó la atención de los periodistas asistentes a la primera jornada de exhibición.
Ford, que quiere enfocar su crecimiento a los mercados de Asia Pacífico y África, mostró un adelanto de la nueva generación de su modelo Focus y nuevas tecnologías para lograr unos motores más "ecológicos" (el llamado Ford EcoBoost).
No faltaron los modelos de gama de lujo en el pabellón dedicado a los autos de lujo, donde las ahora desconocidas marcas chinas ya comienzan a hacerse sitio entre Maserati, Ferrari, Lamborghini o Porsche, los preferidos de los nuevos millonarios chinos.
Pero quizá el auto que más impresionó a los amantes de lo más caro fue el Alfa Romeo Bertone, un deportivo casi sacado del siglo que viene y con una espectacular apertura vertical de sus puertas, semejantes a las alas de un águila.
Honda, el segundo mayor fabricante de Japón, mostró una nueva línea de vehículos construidos en colaboración con su socia china Dongfeng Motor, la serie Linian, que espera salir al mercado el próximo año.
También son protagonistas los híbridos, los automóviles que pueden convertir a una de las marcas chinas, BYD, en protagonista del mercado del futuro, y que pronto llevará a Europa sus autos eléctricos, también a España.
Honda también lanzó en el salón dos vehículos a gasolina y eléctricos, el Insight y el CR-Z, que llegarán a China en 2012.
La marca, cuyas siglas significan "Build Your Dreams" ("Construye Tus Sueños") mostró tres nuevos modelos híbridos en el salón, destacando su primer SUV eléctrico, el S6.
No todas las empresas tiraron de novedades técnicas para dar el golpe en el salón pequinés, y alguna optó por estrellas de carne y hueso, caso de la local Chery, que anunció hoy que el delantero del FC Barcelona Lionel Messi será su "embajador internacional" para dar el gran salto al extranjero.
El Salón del Automóvil de China se celebra cada año, aunque alternando su sede entre Pekín y Shanghái, y ya aspira a ser una de las grandes citas del mercado del motor planetario, junto a otras más asentadas como Detroit o Fráncfort.
En el sector, China está emergiendo con una fuerza que sorprende a los analistas, y ha aprovechado la crisis financiera global y su impacto en las grandes marcas mundiales para llevar a cabo compras que hace apenas un lustro nadie hubiera imaginado.
Así, el pasado marzo la fabricante china Geely compraba Volvo, una de las primeras grandes operaciones del sector de las cuatro ruedas chino en el extranjero, aunque años antes ya se había producido la adquisición de las marcas MG y Rover por las también orientales Nanjing Auto y Saic.
No obstante, algunas de esas operaciones resultaron frustradas, como el intento de la china Tengzhong de adquirir Hummer a General Motors, o la compra de Saab por parte de Beijing Auto.
Por Antonio Broto