Las tropas de Gadafi, amparadas en su superioridad militar, llegaron este jueves a las puertas de Bengazi, la segunda ciudad en importancia de Libia, por lo que están cerca de aplastar la “sublevación”, reportó la televisión estatal libia.
El ejército de Gadafi reforzó su ofensiva con un nuevo bombardeo contra el aeropuerto Benina International de Bengazi, ubicado a 14 kilómetros de la ciudad.
En su camino hacia Bengazi, en el este de Libia, las fuerzas gubernamentales tomaron el control de la ciudad de Zuwaytina, a 150 kilómetros al sur de Bengazi, donde tiene su sede el Consejo Nacional Libio, constituido por los opositores.
Mientras el ejército de Gadafi avanza hacia el este, sus tropas prosiguen también el asedio a Misrata, la tercera ciudad del país y la única aún bajo control de los insurgentes en el oeste de Libia.
El líder libio aseguró este jueves que la batalla por el control de Misrata se decidirá “hoy” y que Bengazi caerá en poder de sus fuerzas armadas sin necesidad de combates.
En otro frente, la artillería del régimen de Gadafi bombardeó este jueves las zonas residenciales del centro de Ajdabiya, declaró un comandante de los rebeldes a la cadena árabe Al Arabiya.
Los combates que prosiguen en Ajdabiya, una ciudad situada a 160 kilómetros al oeste de Bengazi, clave por su emplazamiento en un nudo de comunicaciones por carretera, han dejado un saldo hasta ahora de 30 muertos, incluidos niños, mujeres y ancianos.
Los rebeldes se enfrentaron este jueves con las fuerzas del mandatario libio en los alrededores de Ajdabiya para dificultar su avance hacia la cercana Bengazi, donde se prevé que en las próximas horas entren las tropas gubernamentales para recuperar el control del territorio.
Hasta ahora, tanto los rebeldes como las fuerzas leales al líder libio aseguran tener Ajdabiya bajo su control.
Los rebeldes libios han advertido que están decididos a resistir hasta el final porque aún son capaces de infligir una derrota al régimen, pero también confían en que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas apruebe una intervención internacional que evite más baño de sangre.