En una rueda de prensa en Vilna junto al presidente de Lituania, Gitanas Nausėda, y la primera ministra, Ingrida Šimonytė, Von der Leyen expresó la "total solidaridad de la UE con Lituania, Letonia y Polonia en estos tiempos difíciles".
"Lukashenko ha fracasado en su intento de minar la solidaridad y la unidad de la UE", afirmó.
Desde hace meses, Lituania se enfrenta a un "ataque híbrido cínico y peligroso" organizado por el régimen de Lukashenko y que pone en riesgo la vida de civiles inocentes, y al que el país báltico ha respondido con "humanidad y firmeza", dijo.
Garantizó que la UE seguirá apoyando a Lituania y recordó que triplicará los fondos para la gestión fronteriza en Lituania, Letonia y Polonia hasta 200 millones de euros para este año y el que viene.
Agregó que para luchar contra las diversas formas de ataque híbrido -desinformación, ciberataques o la actual situación de "instrumentalización de seres humanos por motivos políticos"- es importante que la UE y la OTAN trabajen conjuntamente.
Para responder a estos crecientes ataques, la UE y la OTAN deben "pasar a un siguiente nivel", dijo, y anunció que se está trabajando en una nueva Declaración Conjunta para renovar y actualizar la cooperación con el fin de crear una "alianza muy fuerte".
"El régimen de Lukashenko está explotando a gente vulnerable para presionar a países vecinos. Eso es inhumano y cínico", dijo Stoltenberg por su parte.
Aseguró que "ningún aliado de la OTAN está solo" y que "esta crisis afecta tanto a la OTAN como a la UE", de las cuales, recordó, Lituania es miembro.
Se refirió asimismo al objetivo de mejorar la cooperación entre la OTAN y la UE con una nueva Declaración Conjunta, porque ambas organizaciones, subrayó, son "más fuertes y más seguras" cuando cooperan.
Nausėda por su parte señaló que no cabe duda de que "el régimen de Lukashenko y las fuerzas que lo apoyan continuarán poniendo a prueba con todos los medios y tácticas posibles la unidad del mundo occidental y su capacidad de responder y repeler ataques híbridos en forma de migración ilegal".
Šimonytė subrayó la importancia de recordar cuál es el origen de este ataque híbrido: "el pueblo bielorruso fue privado de su derecho a decidir su propio destino y así evaluó la UE la situación".