"Los Estados miembros están de acuerdo en esta urgencia y están perdiendo la paciencia frente a la situación que sigue deteriorándose y requiere un movimiento inmediato", dijo Borrell en una declaración ante la prensa junto al primer ministro albanés, Edi Rama, con quien abordó la crisis serbokosovar y las perspectivas de Albania en su camino a la adhesión a la Unión Europea.
Ya la víspera, al término del Consejo de Exteriores celebrado en Luxemburgo, el jefe de la diplomacia europea desveló que la UE va a empezar a preparar nuevas medidas financieras o políticas para el caso de que Kosovo no convoque nuevas elecciones en los municipios del norte y de que Pristina y Belgrado no adopten medidas para rebajar la tensión del último mes.
Borrell insistió de nuevo en la necesidad de que el primer ministro de Kosovo, Albin Kurti, y el presidente serbio, Aleksandar Vucic, cumplan el compromiso que alcanzaron la semana pasada en Bruselas para convocar unas nuevas elecciones en las que participen los serbokosovares.
A esos esfuerzos mediadores se sumó hoy la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, quien habló por teléfono con Kurti y que espera comunicarse a lo largo de la jornada con Vucic.
Von der Leyen dijo en Twitter que enfatizó "la urgente necesidad de rebajar la tensión y volver al diálogo facilitado por la UE" para la normalización de las relaciones entre las dos partes.
"La situación requiere movimientos rápidos, requiere desescalada y buscar una solución urgentemente", recalcó Borrell, tras agradecer a Rama "sus esfuerzos y su apoyo en la búsqueda de una solución" para facilitar el diálogo entre Belgrado y Pristina.
El primer ministro albanés agradeció a Borrell que esté trabajando "muy duro" en tratar de resolver este conflicto que afecta a la estabilidad y al progreso de una región "que ha sufrido mucho en el pasado, que no puede en absoluto salir con otro revés y en la que los acontecimientos no están en absoluto desconectados unos de otros".
En este sentido, advirtió de "los efectos devastadores que un mayor deterioro de la situación puede tener no sólo para Kosovo y Serbia, sino para toda la región".
Por ello, Rama expresó su deseo de que "la idea de una conferencia al más alto nivel se consolide para reunir a los líderes de ambas partes y a sus equipos con los equipos de la Unión Europea y de Estados Unidos y no dejar que se vayan sin llegar a un acuerdo, de lo contrario tendrían que afrontar todas las consecuencias, lo que sería muy triste para todos".
"Ahora es el momento de la escalada, inmediata y urgente (...) Es inmediato y urgente, pero cada vez es más urgente", insistió el primer ministro albanés, quien reiteró estar "muy comprometido" a trabajar con todas las partes para evitar que la crisis actual repercuta "negativamente en la región".
"No podemos dejar que todo esto se desmorone como un castillo de arena por culpa de unos avances absolutamente absurdos basados en pretensiones totalmente absurdas", denunció Rama, quien antes de reunirse con Borrell también mantuvo encuentros separados con Von der Leyen, y con el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel.
Rama calificó de "muy alentador y energizante" haber escuchado de todos ellos "buenas palabras sobre lo que Albania está haciendo en su proceso de adhesión" a la UE y se mostró seguro de que el país estará "listo a tiempo para el siguiente paso".
En este sentido, Borrell indicó que "Albania avanza con paso firme en sus claras orientaciones estratégicas hacia la Unión Europea y demuestra una clara voluntad de avanzar en el proceso de negociación para la adhesión", en un "muy crítico, crucial".
Albania se ha convertido, subrayó Borrell, en "un socio fiable en materia de seguridad" y prometió el apoyo "continúo" de la UE ante posibles acciones exteriores.
"Estamos trabajando en una serie de acciones para ayudar a reforzar la resistencia de Albania, pero también de toda la región de los Balcanes Occidentales, frente a las amenazas híbridas y la ciberseguridad, así como para contrarrestar la manipulación de la información y proteger las infraestructuras críticas", concluyó Borrell.