La de hoy fue una decisión que "nos refuerza a todos. A Moldavia y Ucrania, ante la agresión de Rusia y a la UE, porque se muestra una vez más al mundo que está unida y fuerte ante amenazas extranjeras", dijo la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, en una rueda de prensa minutos después del acuerdo.
En la misma línea se expresó el presidente francés, Emmanuel Macron, para quien este "es un momento histórico en el momento en que vivimos de esta guerra decidida por parte de Rusia contra Ucrania".
Un momento simbólico que los líderes europeos compartieron por videoconferencia con los presidentes de Ucrania, Volodímir Zelenski; de Moldavia, Maia Sandu; y de Georgia, Salomé Zurabishvili.
Mientras le concedieron la candidatura a Ucrania y Moldavia, Georgia no obtuvo la luz verde de la UE a su solicitud que envió en marzo, también pocos días después desde que comenzase la guerra, por miedo a la amenaza rusa.
Antes de recibir el estatus de país candidato, Tibilisi debe cumplir una serie de reformas en materia de independencia judicial, lucha contra la corrupción o implementar la ley que limita el poder de los oligarcas.
"Tenéis una economía fuerte, ha habido gran progreso político. Lo que ahora se necesita es aplicar en una cuantas reformas que son importantes", subrayó Von der Leyen.
BALCANES OCCIDENTALES
Aunque el mayor contraste se vio hoy con los Balcanes Occidentales, con cuyos líderes se reunieron por la mañana los jefes de Estado y de Gobierno de la UE en una cumbre previa a la europea, que culminó sin un desbloqueo al proceso de adhesión, que dura ya veinte años en algunos casos.
Muchos de los líderes de estos países explicitaron su frustración al final de la reunión y advirtieron de que la UE está perdiendo credibilidad en la región.
"Lo que está pasando ahora es un serio problema y un duro golpe a la credibilidad de la UE. Estamos perdiendo un tiempo preciado del que no disponemos", afirmó en una rueda de prensa el primer ministro de Macedonia del Norte, Dimitar Kovacevski, cuyo país lleva 17 esperando a avanzar en el proceso de adhesión.
La apertura de las negociaciones de adhesión con Skopje están paralizadas por el veto de Bulgaria, que quiere que su país vecino reconozca que ambos tienen una identidad, historia y una lengua común.
Un proceso que los Veintisiete han querido unir al de Albania, cuyo primer ministro mostró hoy su enfado, tras ocho años esperando a iniciar las negociaciones de adhesión.
"En medio de una guerra muy caliente en el patio trasero de Europa, un país de la OTAN, Bulgaria, secuestra a otros dos países de la OTAN, Albania y Macedonia del Norte, bajo la mirada de 26 países de la UE que se quedan quietos en una muestra de impotencia que da miedo", dijo Edi Rama, el líder albanés, que ayer amenazó con no acudir a la cumbre.
El cabreo causó cierta mella en los líderes europeos, hasta el punto de que mostraron su "disposición a conceder el estatus de país candidato a Bosnia y Herzegovina" y pidieron a la Comisión Europea que elabore un informe "sin demora" para ver hasta qué punto cumple con las 14 condiciones que le ha impuesto la UE antes de aceptar su solicitud, presentada en 2016.
Ante un proceso de adhesión tedioso, los líderes europeos discutieron hoy por primera vez la idea de Macron de crear una Comunidad Política Europea con los países del continente que comparten los valores europeos.
"Debemos pensar de una forma rápida de estabilizar nuestro vecindario", recalcó Macron, que comparó su propuesta geopolítica como el espacio que comparten los vecinos que "viven en la misma calle, pero en diferentes casas".