Las ayudas, que provienen del fondo de globalización y ajuste de la UE (EGF, en sus siglas en inglés) se destinaría a la formación y recolocación de los desempleados.
La propuesta de ayudas necesitará todavía el visto bueno de los Veintisiete y del pleno del Parlamento Europeo.
El comisario europeo de Empleo, Lázló Andor, ha señalado en el comunicado que "la construcción en Europa, particularmente en Irlanda, ha caído en picado y la mano de obra está experimentando serias dificultades para encontrar nuevas oportunidades laborales".
El acceso a los fondos de ajuste y globalización para desempleados, que se conceden por petición del sector público o privado de un país, ha beneficiado ya a 76,000 trabajadores de varios países (entre ellos España) desde 2009, según los datos de la CE.