La jueza Alison J. Nathan, de la corte federal del distrito sur de Manhattan que presidirá el juicio, determinó que será un proceso público y citó el derecho de la prensa de acuerdo con la Primera Enmienda de la Constitución, durante una conferencia telemática.
La defensa de Maxwell quería que los cuestionarios del jurado estuvieran sellados para evitar agregar publicidad al caso, que consideran extremadamente perjudicial para su cliente, señaló la cadena CNBC.
Nathan, que dijo realizará el interrogatorio a los posibles miembros del jurado, también negó la propuesta de los abogados de la británica de participar en el interrogatorio de los candidatos, lo que hará la propia magistrada, como se acostumbra en esta corte federal.
Debido a las medidas sanitarias para evitar el contagio de la covid-19, a los posibles jurados se les entregará por anticipado el cuestionario y luego la jueza les interrogará uno a uno en lugar de estar todos juntos en una sala, como se hacía antes de la pandemia.
La abogada de Maxwell, Bobbi Sternheim, indicó que permitir que el cuestionario del jurado se haga público antes del juicio sería como darles a los posibles miembros del jurado un "examen para llevar a casa" en el que podrían resolver las respuestas de antemano, lo que fue rechazado por la jueza.
Los cuestionarios a los jurados por regla general preguntan si un miembro del jurado potencial tiene conocimiento previo de un caso criminal, de artículos de noticias u otras fuentes, si conoce a personas relacionadas con el caso, y si ellos o personas que conocen han sido víctimas de delitos.
Maxwell, que participó hoy en la conferencia y está considerada como el brazo derecho de Epstein, con quien tuvo una relación romántica, ha permanecido en prisión desde julio del año 2020 a la espera de que se celebre su juicio.
La jueza le negó la libertad condicional alegando que la acusada tiene muchos medios para huir, puesto que es hija del empresario editorial británico Robert Maxwell y cuenta además con tres pasaportes.
Epstein fue detenido en julio de 2019 y se suicidó en la celda de la prisión de Manhattan en la que permanecía desde agosto de ese mismo año, justo un mes después de que se le acusara formalmente de abusar y explotar a decenas de adolescentes tanto en su mansión de Manhattan (Nueva York) como en su residencia de Palm Beach (Florida) y su propiedad de las Islas Vírgenes.