Los servicios de inteligencia (Säpo) confirmaron a la televisión pública sueca SVT que personal suyo ha examinado la embarcación, que desde anoche se encuentra varada en el puerto de Karlskrona (sureste).
Las sospechas se dirigen a la denominada "flota rusa en la sombra", formada por barcos que Rusia usa para eludir las sanciones occidentales contra sus exportaciones de petróleo por la guerra en Ucrania.
Se trata un barco con bandera maltesa que había partido desde Rusia y navegaba rumbo a Dinamarca, según medios suecos, que muestran fotos en las que supuestamente aparece dañada el ancla.
El cable de comunicaciones pertenece a la radiotelevisión pública de Letonia LVRTC y el daño fue detectado a unos 130 kilómetros de la localidad letona de Ventspils, en aguas internacionales pero en zona económica exclusiva sueca.
El Säpo abrió ya la víspera una investigación por "sabotaje grave", bajo la dirección de la unidad especial de la Fiscalía para cuestiones de seguridad, argumentando que se podría tratar de "una seria amenaza que al menos parcialmente iba dirigida contra intereses suecos".
En la investigación participan también agentes de policía, de la guardia costera y del Ejército.
El suceso será discutido este lunes en la reunión de ministros de Exteriores de la Unión Europea (UE) en Bruselas, según adelantó ayer la jefa de la diplomacia europea, Kaja Kallas.
Varios cables de comunicaciones han resultado dañados en los últimos meses en el Báltico, lo que ha motivado la apertura de varias investigaciones en Suecia, Finlandia, Lituania y Letonia.
La OTAN y nueve países ribereños del Báltico acordaron hace unas semanas en Helsinki lanzar una nueva misión, bautizada "Baltic Sentry" o "Centinela Báltico", para proteger con barcos, aviones, drones navales y otros medios la infraestructura submarina crítica en la zona.