La paz, de nuevo en el centro de la escena política colombiana en 2014

El proceso de paz entre el gobierno y las FARC se situó este año en el centro de la escena política colombiana, con claras implicaciones en la campaña electoral que mantuvo en el poder al presidente Juan Manuel Santos y con la sensación de que el diálogo llegó a un punto de no retorno.

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Mientras en 2013 lo más importante fueron los acuerdos en los temas de desarrollo agrario integral y participación en política de los guerrilleros que se desmovilicen, 2014 dejó un convenio histórico porque por primera vez el gobierno y la guerrilla diseñaron una hoja de ruta común para luchar contra las drogas.

Adicionalmente, el año termina con una decisión de la guerrilla de iniciar desde el próximo sábado un alto el fuego unilateral indefinido, que va más allá de las habituales treguas navideñas de otros tiempos.

Los delegados cerraron el año con el ciclo 31 de negociaciones, en el cual siguieron avanzando en el punto de las víctimas del conflicto armado, que en cinco décadas deja unos 220.000 muertos y cerca de cinco millones de desplazados.

A La Habana, sede de las conversaciones desde noviembre de 2012, viajaron 60 víctimas del conflicto divididos en grupos de 12, que narraron sus dificultades a los representantes del gobierno y de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

El tema provocó controversia porque en esas comitivas estuvieron víctimas de paramilitares y organismos de seguridad del Estado, y no solo de las FARC, como pedían algunos sectores políticos.

El peso del proceso de paz se percibió abiertamente en la agitada campaña electoral, que incluyó las elecciones parlamentarias de marzo y las presidenciales de mayo y junio.

En los comicios legislativos irrumpió con fuerza el Centro Democrático, un nuevo partido de derecha radical dirigido por el ex presidente Álvaro Uribe (2002-2010), quien fue elegido senador con su habitual discurso en contra de las negociaciones.

Las discusiones entre los partidarios y opositores del proceso de paz se extendieron a las elecciones presidenciales de mayo, en las cuales quedaron planteadas claramente ambas posturas con un Santos defendiendo su gestión frente a las críticas del Centro Democrático y su candidato, Óscar Iván Zuluaga.

Santos obtuvo la victoria en la segunda vuelta electoral, en junio, y en agosto inició un segundo gobierno que se extenderá hasta 2018 y durante el cual espera firmar la paz con las FARC e iniciar un proceso similar con el también guerrillero Ejército de Liberación Nacional (ELN).

Las negociaciones se sobrepusieron a un gran escándalo que estalló en medio de la campaña electoral, cuando fue arrestado un hacker dedicado a espiar las cuentas de correo electrónico de los delegados de las FARC en Cuba, según confesó a la Fiscalía.

El escándalo aumentó cuando se estableció que el hacker era a la vez el encargado de manejar las redes sociales de Zuluaga, quien asegura que no estuvo comprometido en el complot.

Sin embargo, la sensación de que las negociaciones han avanzado tanto que llegaron a un punto de no retorno se consolidó apenas al final del año, en noviembre, cuando una célula de las FARC secuestró a un general del Ejército.

La situación llevó a Santos a suspender el proceso, que entró en la crisis más profunda desde su inicio, pero las FARC reaccionaron con rapidez y dejaron libre al oficial.

Las conversaciones apenas estuvieron suspendidas por unos días y el propio jefe de Estado dijo que la forma en que resolvió la dificultad demostraba la "madurez" alcanzada.

De llegarse a un acuerdo en el tema de las víctimas, a las negociaciones les restarían solo dos puntos, aunque complejos: la aplicación de la justicia transicional y la refrendación de la totalidad de los acuerdos para la eventual desmovilización final de cerca de 9.000 guerrilleros.

Si bien Santos afirma que no se compromete con "fechas fatales" para la terminación de las negociaciones, tiene la esperanza de que 2015 sea un año "clave" en el anhelo de paz.

"Yo espero que el año entrante no tengamos que estar nuevamente aquí dándoles ese reconocimiento a los heridos en combate porque habrá cesado el combate. Ese es el propósito de todos", dijo esta semana al visitar a militares que se recuperan en un hospital. (DPA)