Así lo expresó hoy ante el Consejo de Seguridad el jefe de la Misión de la ONU en Costa de Marfil (Onuci), Choi Youn-jin, quien aseguró que "la rápida restauración del orden público y la seguridad" es ahora mismo la "máxima prioridad" del organismo en el país africano.
"Existe la gran necesidad de que se restaure el orden público y la seguridad en el país y se trata de una condición previa para responder con éxito al resto de desafíos", aseguró Choi, quien presentó al máximo órgano ejecutivo de la ONU el último informe sobre Costa de Marfil del secretario general, Ban Ki-moon.
Ese informe detalla que la situación de seguridad en el país es "extremadamente precaria" y reconoce que "los desafíos que presenta el restablecimiento de la paz y la estabilidad son desalentadores, ya que la crisis postelectoral exacerbó y multiplicó viejos problemas y creó otros nuevos".
"Los próximos seis o doce meses serán cruciales para determinar si Costa de Marfil continúa con su recuperación de la crisis o retrocede y ve cómo se renueva el conflicto", señala Ban en el informe presentado por Choi ante los quince miembros del Consejo de Seguridad.
Ban pidió así que el máximo órgano internacional de seguridad renueve el mandato de la Onuci, que expira el próximo 31 de julio, y lo extienda por un año más, ya que "el gobierno marfileño necesitará un fuerte apoyo de la comunidad internacional y de Naciones Unidas".
En su comparecencia, Choi señaló además que la restauración de la seguridad, mediante "el despliegue de policía y gendarmes en todo el país" es primordial si se quiere seguir adelante con la mejora de la situación humanitaria en el país, la recuperación económica y el proceso democrático con la celebración de elecciones legislativas.
En la misma sesión del Consejo, el embajador de Costa de Marfil ante la ONU, Youssoufou Bamba, reconoció que su país se enfrenta todavía a "grandes desafíos" y pidió al órgano que apruebe la extensión del mandato de la Onuci tal como recomienda Ban.
"La necesidad de prolongar el mandato de la Onuci se impone. Se trata de una ayuda y un apoyo indispensables para poner en marcha los objetivos que se ha marcado el gobierno para situar al país en el camino del progreso en los próximos seis meses", señaló Bamba.
La misión de la ONU en el país africano se creó en 2004 y su mandato actual expira el próximo 31 de julio, por lo que Bamba pidió al máximo órgano ejecutivo del organismo que apruebe su ampliación, algo que podría decidirse la próxima semana.
Costa de Marfil necesita, según dijo Bamba, "una mayor ayuda internacional" para hacer frente a todos sus problemas, especialmente en la zona occidental del país, en el área fronteriza con Liberia, donde se registra todavía actividad de "milicias y mercenarios" que apoyaban al expresidente Laurent Gbagbo.
Además, indicó que se debe proceder al desmantelamiento de "todos los puntos de control anarquistas" y asegurar el funcionamiento "al cien por cien" de la Policía y la gendarmería.
En ese sentido, reconoció que las fuerzas de seguridad marfileñas se enfrentan a "enormes problemas de equipamiento y material", por lo que apostó por "la multiplicación de las patrullas mixtas con las fuerzas de la Onuci, que han demostrado funcionar bien".
Costa de Marfil sufre todavía los efectos de la crisis producida tras las elecciones del pasado noviembre, cuando el entonces presidente, Laurent Gbabgo, se negó a abandonar el poder pese a que la comunidad internacional había reconocido como ganador de los comicios al opositor Alassane Ouattara.
La situación condujo a unos enfrentamientos que se agravaron hasta el punto de que el Consejo de Seguridad pidió a la Onuci que aplicara todas las medidas necesarias para proteger a la población marfileña, lo que condujo a que, junto a las fuerzas francesas, apoyara a los seguidores de Ouattara para sacar del poder a Gbagbo el pasado abril.