Un total de 22 estructuras fueron demolidas el lunes en una zona cerca de Jerusalén Este, lo que ha provocado el desplazamiento obligado de 78 palestinos y entre ellos de casi medio centenar de niños. Esa cifra de desplazados forzosos es la más alta en un día que se registra en Cisjordania en casi tres años.
Piper y Sánchez señalaron que esas actividades afectan a algunas de las comunidades más vulnerables en ese territorio y muchos de los desplazados han tenido que buscar un nuevo hogar por cuarta vez en cuatro años.
Las comunidades en las que se llevaron a cabo las demoliciones forman parte de un grupo en la zona central de Cisjordania que está incluido en los planes israelíes de reubicación de beduinos palestinos en tres áreas designadas.
El coordinador humanitario y el director de operaciones de la UNRWA hicieron un llamamiento para que cesen de inmediato las demoliciones de estructuras en Cisjordania.