La ONU dice al Gobierno egipcio que es su obligación defender a manifestantes

La Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Navi Pillay, recordó hoy al Gobierno egipcio que es su obligación velar por que todos los ciudadanos puedan ejercer su derecho a la manifestación y a la protesta de forma pacífica y a ser protegidos de las agresiones.

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Soldados egipcios preparan una alambrada de espino en las inmediaciones del Palacio Presidencial, donde se produjeron choques violentos entre partidarios y opositores del presidente egipcio, Mohamed Mursi, que causaron seis muertos, en el Cairo, Egipto, h

"Las personas tienen el derecho a manifestarse pacíficamente y tienen el derecho a no ser asesinadas o heridas mientras ejercen ese derecho", señaló Pillay en un comunicado, en el que expresó "su alarma" por las crecientes tensiones y enfrentamientos en las calles de El Cairo.

Añadió que "el actual Gobierno llegó al poder gracias a similares protestas, por lo que debería ser especialmente sensible a la necesidad de defender los derechos de los manifestantes a la libertad de expresión y de asamblea".

Pillay subrayó que el Ejecutivo de Mohamed Morsi tiene "la obligación" no sólo de proteger a los manifestantes, sino también de "prohibir los discursos de odio que incitan a la violencia".

"El uso de ese tipo de lenguaje, especialmente por miembros del Gobierno, políticos, asesores políticos y aquellos que los apoyan, no sólo debería prohibirse, sino también ser perseguido", agregó.

Asimismo, la Alta Comisionada mostró su preocupación por el hecho de que los periodistas que cubren los eventos en Egipto son blanco de ataques, uno de los cuales, Al-Hosseiny Abu Deif, murió tras recibir un disparo en la cabeza.

"Este hecho no es sólo una tragedia para él y su familia, sino también un ataque directo contra la libertad de expresión en Egipto", concluyó Pillay.

En las últimas horas, los enfrentamientos entre manifestantes laicos que protestan contra las prerrogativas recientemente asumidas por Morsi, que le otorgan amplios poderes, y los defensores del presidente han causado al menos seis muertos y centenares de heridos.