En tanto, el Banco Mundial calcula que el desecho de alimentos equivale al 4.4 % del producto interior bruto (PIB) de México, cerca de 491,000 millones de pesos (24,550 millones de dólares).
Ante eso, organizaciones como Alimento para Todos, en la alcaldía Iztapalapa en la capital mexicana, y el mayor centro de operaciones de BAMX en todo el país rescatan los alimentos que estaban a punto de desperdiciarse en Ciudad de México y estados aledaños con los que apoyan a más de 120,000 personas cada semana.
Alimentos para Todos cuenta con diversas naves industriales cercanas a la Central de Abastos de Ciudad de México, considerado el mercado más grande del mundo, en el que almacenan todo tipo de productos: desde frutas, verduras, frijoles, latas de conservas y leche hasta productos de limpieza y ropa.
Todos ellos los consiguen a través de la colaboración de supermercados y otras empresas, que ceden los productos que ya no pueden vender, principalmente por desperfectos en el empaquetado, pero que todavía son aptos para el consumo
Los pasillos de la nave dedicada a los alimentos secos son estrechos y las estanterías de tres pisos donde almacenan los alimentos están abarrotadas de cajas, aunque no siempre es suficiente.
"Si atendemos a 120,000 (personas), probablemente tocándonos las puertas (hay) otros tantos. Con la pandemia (de covid-19) aumentó un 40 % la necesidad, sobre todo en Ciudad de México y el área metropolitana. Prácticamente nos duplicó la necesidad", dijo a EFE Diego Martínez, coordinador de relaciones públicas del banco.
Y aunque su trabajo reduce las necesidades alimenticias de diversas comunidades a las que muchas veces no llegan ni "las instituciones gubernamentales", como las alcaldías de Álvaro Obregón, Iztapalapa, el área metropolitana y el colindante Estado de México, el problema es todavía más profundo.
Martínez afirmó que con la cantidad de alimentos que se desperdician se podría paliar los problemas de unos 60 o 70 millones de mexicanos que, aunque no vivan en situación de inseguridad alimentaria, sí lo hacen en la pobreza.
UN TRABAJO COLABORATIVO CON LA COMUNIDAD
En Alimentos para Todos no se limitan a entregar alimentos y demás enseres a las comunidades a las que apoyan, sino que trabajan junto a ellas para que crezcan como institución y puedan obtener recursos de otros espacios.
Así, ellas son las responsables de recoger en las naves del BAMX los productos que les correspondan semanalmente para garantizar el "cuadro nutricional" y repartirlos entre su comunidad.
Como Jesús, Luis y Alejandro, tres jóvenes que cargaron un camión repleto de cajas para llevarlo a su comunidad del municipio de Chimalhuacán, en el céntrico Estado de México.
"Es gente que lo necesita, más que nada porque es una zona de pobreza, y esto le viene bien a las familias de Chimalhuacán", comentó el primero, de 19 años, quien lleva cerca de un año y medio transportando alimentos del banco.
LA IMPORTANCIA DE LAS ALIANZAS
Más allá de la colaboración de los supermercados, desde Alimentos para Todos remarcaron la importancia de las alianzas con otros organismos, como la Fundación Alsea, que a través del movimiento Va por Mi Cuenta aporta donativos de productos, contribuciones económicas y visibilidad.
Va por Mi Cuenta trabaja en todo México junto a la red de Bancos de Alimentos, además de brindar un apoyo específico a comedores infantiles.
"Este año hemos recolectado unos 33,000 kilos de alimentos y beneficiado a más de 1,700 organizaciones. Además de un donativo de 10 millones de pesos (500,000 dólares) a BAMX, no solo para alimentos si no para su profesionalización", expuso Ivonne Madrid, directora de la Fundación Alsea.
Además, aseguró que hacen un trabajo de concienciación entre sus empresas socias para empujar en la lucha contra el desperdicio.