La suspensión de este contrato valorado en 355 millones de dólares se produce después de que la Fuerza Aérea decidiera revisar el proceso de adquisición de material militar tras varios incumplimientos.
El secretario de la Fuerza Aérea, Michael Donley, explicó en un comunicado que el responsable de adquisiciones "no está satisfecho con la calidad de la documentación que sustenta la decisión de aceptación" de la oferta de Embraer, confirmada el pasado mes de diciembre.
Esta decisión deja en punto muerto la compra del turbo hélice Super Tucano, construido por Embraer con sistemas electrónicos de la estadounidense Sierra Nevada Corporation, y utilizado como avión de ataque ligero.
El proceso de licitación de la Fuerza Aérea en el que se impuso la propuesta de la empresa brasileña fue controvertido, ya que la proposición de Embraer desbancó al Hawker Beechcraft AT-6.
Hawker Beechcraft denunció ante un tribunal de reclamaciones que el proceso de adquisición fue injusto, ya que su oferta era inferior en precio a la de la empresa brasileña.
La compra de las 20 unidades del turbo hélice Super Tucano tenía como destino la fuerza aérea afgana, que iba a ser equipada a través de Estados Unidos, para misiones de lucha contra la insurgencia.