"Cuando se produjo la quiebra del banco estadounidense Lehman Brothers, los problemas llegaron a todos los países europeos: Bélgica, Francia, Alemania, Luxemburgo. Si hubiera un impago de la deuda griega, todos los países se verían afectados", advirtió hoy el el ministro de Finanzas belga, Didier Reynders.
La zona euro ya aprobó un rescate de 110,000 millones de euros para evitar la suspensión de pagos en Grecia en mayo de 2010, pero ha tenido que volver a sentarse en la mesa de negociaciones al revelarse la insuficiencia de este primer paquete de ayuda.
Los ministros de Finanzas de la región iniciaron hoy una reunión de dos días en Luxemburgo, en la que esperan solucionar las necesidades más urgentes de financiación del país para los próximos dos meses, mediante el desembolso del quinto tramo del programa de rescate financiero de Grecia.
De acuerdo con el programa griego, está previsto que el siguiente tramo de ayuda ascienda 12,000 millones de euros, mientras se resuelven las incógnitas de su segundo plan de rescate.
Tras algo más de cuatro horas de negociaciones, la ministra española de Economía y Hacienda, Elena Salgado explicó que los ministros no han llegado aún a un acuerdo para desbloquear este tramo, pero aseguró que ha habido "avances" y confió en lograrlo antes de que termine la segunda ronda de la reunión, mañana.
Las incógnitas sobre el nuevo programa de ayuda destinado a absorber el actual están fundamentalmente relacionadas con su cuantía y la contribución de los acreedores privados al mismo, aspecto sobre el que no se espera una decisión hasta el 11 de julio.
A este respecto, el ministro finlandés de Finanzas, Jyrki Katainen explicó que la zona euro busca un modelo para Grecia "que no cree un desastre total" pero que "integre al sector privado en el la factura".
"La cuestión es el alcance que puede y debe tener (la contribución de los acreedores privados), dado que su contribución podría llevar a una calificación por parte de las agencias que no conviene ni a Grecia ni a la zona euro en su conjunto", señaló el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker.
Precisamente, Juncker alertó días antes de la reunión de que un mal diseño de la participación privada podría provocar un efecto de contagio de la crisis griega no sólo a España, sino también a Italia y Bélgica.
Esta implicación de los acreedores se basará en el "espíritu de Viena" para esquivar las consecuencias que acarrearía la declaración de impago de la deuda griega, pero también para los bancos expuestos a la deuda del país y los estados periféricos de la zona euro, tal y como ha alertado reiteradamente el BCE.
"Viena" alude al modelo seguido en 2009 para mantener la exposición de los bancos a la deuda de los países del Este con problemas, y supondría un compromiso de las entidades para adquirir nuevos títulos de deuda cuando venciesen los que tienen en cartera.
Salgado explicó que esta participación no necesariamente deberá afectar al 100 por ciento de los acreedores privados de Grecia, pues "cuando se dice que es voluntario, no es razonable esperar que afecte al 100 por ciento".
El ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, presentó hoy una propuesta para vencer las reticencias del Banco Central Europeo (BCE), que ha amenazado con dejar de aceptar deuda griega como aval en las operaciones de refinanciación de los bancos helenos, si se declara un incumplimiento crediticio.
Schäuble desea que el fondo de rescate de la zona euro (EFSF, según sus siglas en inglés) avale a los bancos griegos ante la institución financiera europea, según publica hoy la revista germana "Der Spiegel" en su edición digital.
En todo caso, la zona euro insiste en que cualquier concesión de ayuda está sujeta al cumplimiento de los compromisos de reformas económicas y ajustes adquiridos por Grecia.
En este sentido, el primer ministro griego, Yorgos Papandréu, reiteró hoy en el Parlamento griego su mensaje de unidad y recalcó que las duras medidas de ahorro son la única manera de garantizar la liquidez del Estado.
Papandréu también dijo que el nuevo programa alcanzará una cifra "similar" al primero de 110,000 millones de euros, puesto en marcha en mayo del año pasado.