La primera víctima de la crisis fiscal en la UE ha logrado reducir casi cinco décimas el déficit respecto al del ejercicio anterior debido a los masivos programas de recortes emprendidos por el gobierno, aunque la deuda ha aumentado hasta un nivel que muchos analistas consideran insostenible.
En cuanto a Portugal, el déficit se situó en el 9.1 por ciento, tal y como el propio gobierno portugués reconoció el fin de semana pasado, debido a que Portugal no había contabilizado adecuadamente en sus cuentas públicas a ciertas empresas públicas.
La deuda de Portugal, tercer país en pedir la ayuda financiera de sus socios tras Grecia e Irlanda, subió del 83 por ciento del ejercicio anterior hasta el 93 por ciento en 2010.
En cuanto a Irlanda, el déficit del país se elevó desde el 14.3 por ciento de 2009 hasta el 32.4 por ciento debido al agujero de su sector bancario, mientras que la deuda subió desde el 65.6 del PIB hasta el 96.2 por ciento.
Ya fuera de los países que han tenido que ser rescatados por sus socios debido a la crisis fiscal, en general el déficit público se ha reducido tanto en la zona euro como en el conjunto de la Unión Europea respecto al ejercicio anterior, mientras que la deuda pública ha aumentado.
La proporción de déficit respecto al PIB ha pasado en la zona del euro desde el 6.3 por ciento del PIB en 2009 hasta el 6 por ciento en 2010; mientras que en la UE lo ha hecho desde el 6.8 por ciento al 6.4 por ciento.
La proporción de deuda pública ha pasado desde el 79.3 por ciento a finales de 2009 hasta el 85.1 por ciento a finales de 2010.