La crisis y la sequía desaceleraron el crecimiento de Argentina en 2012

La crisis internacional, que afectó sus exportaciones, y la sequía, que perjudicó su producción agrícola, golpearon en 2012 a la economía argentina, que se desaceleró hasta cerrar el año con una expansión de sólo 2.2 por ciento, dijo hoy la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

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Para el 2013, la Cepal espera en Argentina un repunte en el crecimiento del PIB hasta el 3.8 %, impulsado por la recuperación de la producción agrícola, especialmente de soja y maíz, por la recuperación de Brasil y el sostenimiento de una política fiscal

La cifra se compara con el 9.2 por ciento que el PIB argentino creció en 2010 y el 8.9 por ciento logrado en 2011, señaló la Cepal en su Balance Preliminar de la Economía Regional 2012, en el que no obstante augura un repunte para el próximo año de un 3.8 por ciento.

El informe del año que termina destaca entre los efectos internos de la contracción de la economía mundial disminuciones en el sector externo y un bajo crecimiento de la inversión, mientras el consumo, público y privado, fue el principal impulsor de la economía.

Para el 2013, la Cepal espera en Argentina un repunte en el crecimiento del PIB hasta el 3.8 por ciento, impulsado por la recuperación de la producción agrícola, especialmente de soja y maíz, por la recuperación de Brasil y el sostenimiento de una política fiscal expansiva.

En 2012, mientras los precios al consumidor habían subido un 10.2 por ciento hasta octubre, los salarios medios reales lo habían hecho un 18.2 por ciento y se prevé que el desempleo cierre en un 7 por ciento.

La balanza de pagos cerrará el año con un déficit de 1,234 millones de dólares, producto de un superávit de 1,487 millones en la cuenta corriente y de un saldo negativo de 2,721 millones de dólares en la balanza de capital y financiera.

Las reservas internacionales se situaban a fines de noviembre en 45,238 millones de dólares, 11,000 millones menos que al cierre de 2011, principalmente a causa de servicios de capital e intereses de deuda del sector público.

A mediados del año la deuda externa total, pública y privada, se situó en un 31.0 por ciento del PIB, lo que supone 0.9 puntos porcentuales menos en términos interanuales y constituye el nivel más bajo de los últimos 19 años, señaló la Cepal.