La CE frustra la fusión entre la empresa de mensajería UPS y la holandesa TNT

La Comisión Europea (CE) prohibió hoy la planeada fusión entre UPS, la mayor empresa de mensajería del mundo, y la compañía holandesa TNT Express, lo que supone el tercer veto del comisario europeo de Competencia, Joaquín Almunia, a importantes proyectos de adquisición con implicaciones en Europa.

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El vicepresidente de la CE encargado de la política de competencia, Joaquín Almunia.

En esta ocasión, el también vicepresidente de la CE consideró que la adquisición de TNT Express por parte de UPS -lo que hubiera consolidado la posición del gigante de la logística estadounidense en Europa- habría restringido la competencia en 15 Estados miembros de la Unión Europea (UE) en la entrega rápida de paquetes pequeños.

Los dos bloqueos anteriores fueron en 2012 al proyecto de fusión entre Deutsche Börse y NYSE Euronext, que hubiera creado el mayor operador bursátil del mundo, y en 2011 el de las principales aerolíneas helenas, Aegean Airlines y Olympic Air.

Almunia explicó, durante una conferencia de prensa en Bruselas, que muchos negocios activos en el mercado único de la Unión necesitan enviar paquetes pequeños a otro país europeo con la garantía de entrega el día siguiente, lo que requiere el acceso a servicios económicos y fiables ajustados a sus necesidades.

"Estos negocios se verían directamente perjudicados por la adquisición de TNT por parte de UPS porque reduciría drásticamente la posibilidad de elección entre proveedores y probablemente conduciría a aumentos en los precios", afirmó.

Almunia explicó que la CE "trabajó duramente" con UPS en posibles soluciones, pero lo que la multinacional estadounidense ofreció a la institución comunitaria "fue simplemente insuficiente para eliminar los serios problemas de competencia que identificamos".

En concreto, durante la investigación que abrió la CE en julio de 2012 sobre la adquisición por parte de UPS de su rival holandesa TNT Express por 5.160 millones de euros, la compañía estadounidense ofreció deshacerse de filiales de la empresa que quería comprar en los 15 Estados miembros en los que la competencia se hubiera visto limitada por la operación.

Se trata de Bulgaria, República Checa, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Hungría, Letonia, Lituania, Malta, Holanda, Polonia, Rumanía, Eslovaquia, Eslovenia y Suecia.

La adquisición de TNT por parte de UPS hubiera reducido el número de competidores en estos países a solamente dos o tres rivales, dejando en algunas ocasiones a la empresa DHL como única alternativa a los servicios del gigante estadounidense de mensajería.

UPS también ofreció al comprador de esas filiales el acceso a sus redes de transporte aéreo durante cinco años y deshacerse de las subsidiarias de TNT en España y Portugal, bajo ciertas condiciones.

Almunia explicó que estas soluciones resultaron ser "inadecuadas", dado que el comprador hubiera tenido que crear una red de socios para poder ser un rival adecuado.

Los principales proveedores de este tipo de servicios de mensajería exprés de paquetes pequeños son los llamados "integradores", que controlan las redes por aire y tierra.

Solo existen cuatro empresas de estas características: UPS, TNT, DHL y FedEx.

Almunia se reunió en dos ocasiones con el presidente y consejero delegado de UPS, Scott David, y le comunicó que las dos únicas opciones para salvar la operación era buscar un posible comprador entre los demás "integradores", en concreto FedEx, empresa que no estaba interesada, o si una compañía que luego se convertiría en este tipo de mensajerías adquiriese las desinversiones propuestas.

UPS no optó por ninguna de estas propuestas de la CE y el pasado 14 de enero TNT anunció que la estadounidense había decidido abandonar la operación ante el veto de la CE que se avecinaba.

TNT Express recibirá de UPS una compensación de 200 millones de euros por la frustrada operación, que, a su juicio, era "factible y beneficiosa para todas las partes".