El pasado 20 de septiembre, la Comisión Europea publicó la propuesta que le hizo IBM para evitar que fuera multada por abuso de posición dominante respecto de determinados insumos necesarios para el mantenimiento de equipos y programas informáticos de grandes servidores fabricados por la multinacional.
La Comisión Europea había expresado su preocupación por el hecho de que IBM pudiera haber impuesto a sus competidores condiciones de suministro de recambios no razonables.
La multinacional informática rechazó el análisis preliminar de la Comisión Europea, pero ofreció una serie de compromisos.
En concreto, se comprometió a garantizar la rápida disponibilidad de algunos recambios e información técnica a terceros encargados del mantenimiento en condiciones razonables y no discriminatorias.
Si la multinacional viola los compromisos asumidos, la Comisión Europea la podrá imponer una multa equivalente a un 10 por ciento de su facturación sin tener que demostrar una violación de las normas de competencia de la UE.
La Comisión ha cerrado también recientemente la investigación que abrió contra IBM en 2010 por quejas presentadas por parte de los distribuidores de programas informáticos emuladores T3 y Turbo Hercules y también de Neon Enterprise Software, que afirmaban que la compañía "unía el material para servidores centrales a su propio sistema de explotación de dichos servidores", porque las acusaciones fueron retiradas por parte de las tres empresas.