Irak recuerda a Irán que no quiere "injerencias" en sus asuntos internos

El ministro de Exteriores iraquí, Fuad Husein, recordó hoy a su homólogo iraní, Yavad Zarif, durante su primera visita a Bagdad este año, que Irak no quiere "injerencias" en sus asuntos internos y subrayó la necesidad de "proteger la soberanía" del país.

"Zarif me aseguró que el deseo de Irán es que haya un Irak fuerte y le recordé que nuestro deseo es que no haya injerencias en nuestros asuntos internos", dijo el iraquí en una comparecencia televisada conjunta al término de su reunión.

Asimismo, Husein subrayó la "necesidad de mantener a Irak fuera de las tensiones internacionales para proteger su soberanía", en referencia a la escalada de tensión en la región a principios de año entre Estados Unidos e Irán tras el asesinato del general iraní Qasem Soleimaní en Bagdad.

La televisión estatal iraquí mostró hoy imágenes de Zarif tras su llegada al aeropuerto internacional de Bagdad, donde posó junto a una fotografía de Soleimaní en el lugar en el que falleció en un bombardeo selectivo efectuado por EEUU contra su convoy.

Ese incidente desató un intercambio de ataques entre Washington e Irán en suelo iraquí, que provocó el rechazo de las autoridades y gran parte de la población.

"Las relaciones entre Irán e Irak nunca se verán sacudidas", afirmó Zarif en la comparecencia, alabando "el papel que desempeña Irak en la región".

El jefe de la diplomacia iraní recordó que el asesinato de Soleimaní, comandante de la fuerza Quds de los Guardianes de la Revolución de Irán, fue una "gran pérdida" en la lucha contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI), en la que ese cuerpo participa, tanto en Irak como en Siria.

Zarif también se reunió con el presidente de Irak, Barham Saleh, que apuntó en un comunicado que su país "coopera con sus aliados en el marco del respeto mutuo y la no injerencia en los asuntos internos", y elogió "los esfuerzos iraníes" en la lucha antiterrorista.

Mañana, está previsto que el primer ministro iraquí, Mustafa al Kazemi, viaje a Arabia Saudí, país enfrentado con Irán, donde se reunirá con el príncipe heredero Mohamed bin Salman.

Al día siguiente, Al Kazemi acudirá a Teherán, en la primera visita del primer ministro al país vecino, que se producirá poco antes de que vuele a Washington para abordar la cooperación con su principal aliado occidental.