La mancha negra de crudo derramado desde el sitio de perforación se extiende por una área de 77 kilómetros de largo y 128 kílómetros en su parte más ancha, pero el Servicio de Guardacostas reconoce que es difícil calcular con exactitud la extensión del derrame.
Los bordes del derrame no son uniformes lo que hace difícil calcular su dimensión, dijo el oficial de la Guardia Costera, Erik Swanson.
El petróleo que se derrama desde dos fugas en el pozo a unos mil 500 kilómetros de la superficie se estima podría alcanzar la costa estadunidense en al menos tres días, pero hasta el momento el viento ha sido un factor favorable para que no se dirija hacia la costa.
Swanson dijo que el viento alejaba el petróleo de la costa, pero advirtió que eso podría cambiar en los próximos días.
Hasta ahora los buques han recogido más de 181 mil litros de hidrocarburos del agua, según Swanson.
La British Petroleum (BP) la empresa que había rentado la plataforma "Deepwater Horizon" de la firma Transocean, que estalló el pasado jueves, utiliza vehículos robóticos submarinos operados por control remoto para tratar de taponar las dos fugas, pero el trabajo es difícil pues se realiza en el suelo marino.
Los técnicos tratan de obturar el pozo mediante la activación de una válvula y como segunda opción tienen el bombeo de un fluido pesado en un pozo de alivio para impedir que siga fluyendo el crudo.
El incendio en la plataforma comenzó el 20 de abril y se hundió tras una explosión dos días después.
Hasta el momento Transocean cree que el siniestro fue causado por un aumento inesperado de presión en el pozo.
Once de los 126 trabajadores fueron declarados como desaparecidos y su búsqueda se ha suspendido.
Mike Voisin, ex presidente del Instituto Nacional de Pesca, una organización no gubernamental que fiscaliza los reglamentos de seguridad de pescados y mariscos, dijo que por el momento no se ha registrado contaminación en ese tipo de comida.