The New York Times indicó en un reporte que en una revisión, ordenada por el gobierno, de 7,900 casos de deportación ante el tribunal de migración en Denver se identificó a mil 300 extranjeros, 16 por ciento, que no representan ningún riesgo para la seguridad.
Por ello los jueces les permitirán permanecer en Estados Unidos, aunque sin ningún nuevo estatus migratorio.
El rotativo resaltó que ésta fue una prueba de revisión rápida con el propósito de realizar un primer estudio exhaustivo en los tribunales de migración de la nación.
Señaló que funcionarios del Departamento de Seguridad Nacional planean extender en los próximos meses alrededor de 300,000 casos de deportación ante los tribunales en todo el país.
La revisión judicial es parte de un amplio esfuerzo de la administración, a medida que el presidente Barack Obama afirma su campaña de cara a la reelección.
Con este esfuerzo se pretende aliviar el impacto entre las comunidades de inmigrantes y latinos y detener algunas deportaciones, así como reducir los enormes retrasos en los tribunales de migración.
Con base en una proyección inicial de los resultados del proyecto piloto, en Denver y Baltimore, hasta 39,000 inmigrantes en todo el país podrían ver sus casos de deportación cerrados.
The New York Times resaltó que las autoridades dijeron que ese número, aunque sólo es una fracción de los casi un millón 200,000 deportados en los últimos tres años, es una muestra que Obama escuchó las quejas de grupos proinmigrantes sobre las familias separadas por casos de deportación, desde que asumió el cargo.
Mientras que la estrategia del gobierno fue bien acogida por las organizaciones de inmigrantes, algunos activistas dijeron estar frustrados.
Los activistas argumentaron que muchos de los indocumentados a quienes se les permite permanecer en el país quedan en el limbo, ya que no pueden trabajar u obtener licencias de conducir y podrían tener problemas para subsistir.
Por otro lado, los republicanos criticaron que la política de Obama es parte de un patrón de otorgamiento de amnistía a los más de 11 millones de inmigrantes indocumentados que residen en Estados Unidos, tras su negativa de reforzar las leyes de migración.
Además este mes las autoridades federales se propusieron dar luz verde a los procedimientos por los cuales inmigrantes indocumentados con familiares estadunidense podrían solicitar la residencia legal.