El plan pastoral de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba (COCC), para el periodo 2014-2020, abogó por una "sociedad plural" en Cuba frente a los que "no aceptan esta manera de pensar y confunden la patria con una ideología o con un partido".
El documento reconoció que la sociedad cubana recibió "con agrado" la apertura migratoria, la compra y venta de viviendas y permitir pequeñas empresas privadas, pero señaló que "al no haber correspondencia entre el proyecto social y el personal se genera frustración".
Los obispos mostraron su preocupación porque "con frecuencia se produzcan encarcelaciones y hechos violentos contra quienes se manifiestan divergentes con la ideología del único partido gobernante".
La Iglesia subrayó que la población "sufre el aislamiento del que es objeto Cuba por parte de los Estados Unidos" y pidió que en las relaciones bilaterales prevalezca "el respeto a las diferencias y el diálogo".
El texto titulado "Por el camino de Emaús" tiene como objetivo aumentar la influencia en la isla. El plan pastoral reconoce que apenas el dos por ciento de la población acude a las misas dominicales.
En Cuba ofician 357 sacerdotes, según el documento, en más de 2,300 "casas de misión" que tienen como mayor dificultad la ausencia de personal y la "mezcla de religiosidad popular con sincretismo y espiritismo".
El tono del documento es más cauteloso que la carta enviada por la Conferencia Episcopal en 2013 al presidente cubano Raúl Castro, en la que pedían "una mayor apertura frente a grupos con un pensamiento diferente".
En los últimos años la Iglesia católica se ha convertido en un interlocutor con el gobierno de Raúl Castro. El cardenal Jaime Ortega medió en 2010 en la liberación de un grupo de presos políticos, con la colaboración también del gobierno español. (DPA)