Iberia y British Airways reciben la autorización de la CE para fusionarse

Las aerolíneas Iberia y British Airways (BA) recibieron hoy la autorización de la Comisión Europea para fusionarse, el último paso pendiente tras el visto bueno de las autoridades de la competencia estadounidenses el mes pasado.

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British Airways.

El Ejecutivo comunitario no consideró necesario imponer condiciones a la operación a pesar de que las actividades de ambas compañías se solapan en ciertos ámbitos -transporte de pasajeros y mercancías, asistencia en tierra, mantenimiento, reparación y revisión- al considerar que seguirán teniendo que hacer frente a una competencia lo suficientemente fuerte en el sector.

Las aerolíneas, miembros de la alianza Oneworld, formarán la que será la tercera compañía de Europa, por detrás de Lufthansa y de Air France-KLM, y una de las cinco más importantes del mundo.

La Bolsa de Valores de Londres ya ha reaccionado a la noticia con una subida del 0.48 paor ciento de las acciones de BA, hasta 208 peniques.

Ambas compañías celebraron la autorización comunitaria y adelantaron que la operación podría materializarse antes de finales de año.

El acuerdo con BA supone "un elemento vital en el proceso de consolidación del sector aéreo en el que Iberia está desempeñando un papel protagonista" para el presidente de Iberia, Antonio Vázquez, quien aseguró que "beneficiará a todos nuestros pasajeros, ya que dispondrán de más opciones de viaje".

El consejero delegado de BA, Willie Walsh, por su parte, consideró la autorización comunitaria un paso importante que permitirá una excelente "compenetración geográfica", entre las redes a Norteamérica, Asia y África de la aerolínea británica y las de África y Latinoamérica de Iberia.

La Comisión Europea examinó el impacto que la fusión tendría en las actividades que se solapaban entre estas dos compañías y concluyo que en ningún caso tendrá una repercusión significativa que perjudique a consumidores o competidores.

Según el acuerdo al que llegaron ambas compañías en abril, mantendrán su marca y respetarán sus operaciones de dimensión nacional, pero juntas tendrán una flota de más de 420 aviones y abarcarán destinos en más de cien países.

Iberia y BA esperan ahorrar alrededor de 400 millones de euros anuales a partir del quinto año de funcionamiento de la nueva aerolínea.

La fusión fue notificada a la CE el pasado 10 de junio, unos dos años después de que ambas aerolíneas revelasen por primera vez sus intenciones de colaborar.

En paralelo, el Ejecutivo de la UE autorizó bajo estrictas condiciones la alianza entre Iberia, British Airways y American Airlines (AA), lo que permitirá la explotación conjunta de las rutas del Atlántico Norte.

La Comisión Europea había manifestado su temor a que algunos aspectos de esta operación pudiesen suponer una violación de las normas antimonopolio de la UE y perjudicar a los consumidores en las rutas transatlánticas.

Para evitar los posibles problemas de competencia, las aerolíneas sugirieron remedios como ceder franjas horarias de aterrizaje y despegue en el aeropuerto de Heathrow o de Gatwick (Londres), a elección del nuevo operador, para las rutas a Boston, Nueva York, Dallas y Miami.

Asimismo, ofrecieron a la competencia franjas horarias en el aeropuerto neoyorquino John F. Kennedy, así como facilitar el acceso a sus programas de fidelización en ciertas rutas, lo que permitirá a los pasajeros de los nuevos operadores autorizados por la CE acumular y canjear puntos.

Permitirán, por otro lado, la combinación de tarifas y la fijación de acuerdos especiales para las rutas afectadas a fin de que sus competidores puedan vender billetes para vuelos de las partes y facilitar el acceso al tráfico de conexión.

Se compromete, por último, a informar a la CE regularmente sobre su cooperación para continuar evaluando el impacto de la alianza en los mercados.

Los remedios propuestos por las compañías tendrán a partir de ahora carácter vinculante para los próximos diez años.

El vicepresidente de la CE y responsable de Competencia, Joaquín Almunia, aseguró que estas precauciones permiten llevar a cabo la operación sin perjudicar a los 2.5 millones de pasajeros que anualmente utilizan las rutas afectadas, que podrán seguir beneficiándose de frecuencias y precios competitivos.

Bruselas estudia en estos momentos proyectos similares entre los socios de Star Alliance (Lufthansa, Continental, United y Air Canada), así como entre los miembros de Sky Team (Air France/KLM y Delta/Northwest).