Durante una hora y cuarenta minutos después de recibir la inyección letal, Joseph Wood, de 55 años, resolló y buscó aire, escribieron sus defensores en una presentación rápida hecha a la justicia para detener la ejecución. Wood murió recién casi dos horas después de que le dieran un cóctel venenoso.
"Fui testigo de un número de ejecuciones antes pero nunca vi nada como esto", dijo Dale Baich, uno de los abogados de Wood, al diario en una conversación telefónica. "Nunca llevó tanto tiempo ninguna de las ejecuciones que vi".
Wood había sido condenado a muerte en 1991 tras el asesinato de su ex novia y el padre de ésta.
La mezcla empleada en Arizona del analgésico hidromorfona y el medicamento midazolam, con el que se suele tranquilizar pacientes antes de las operaciones, fue empleado por primera vez en Estados Unidos en enero. En una ejecución en el estado de Ohio, un hombre murió recién después de 25 minutos.
De acuerdo con el Centro de Información sobre Pena de Muerte, desde 1976 hubo en el menos 44 ejecuciones serios problemas.
A principios de mayo se registró otro problemático caso en Oklahoma cuando, al recibir la inyección letal, a un condenado le estalló una vena. El hombre se mostró con el rostro desencajado, se movió e intentó respirar antes de quedar inconsciente. Recién 43 minutos después murió por infarto. Una investigación demostró después que no le habían dado bien la inyección.
En total, 32 de los 50 estados norteamericanos contemplan la posibilidad de condenar personas a muerte y ejecutarlas. La inyección letal es el método más empleado. En algunos estados también se ejecutan personas mediante la silla eléctrica, cámaras de gas (Arizona, Missouri, Wyoming) o ahorcándolas (Delaware, New Hampshire, Washington).
Los 18 estados en los que fue eliminada la pena de muerte se encuentran sobre todo en el norte y noreste de Estados Unidos. (DPA)