El subdirector de la Policía colombiana, el general Rafael Parra, explicó a los periodistas que los agentes hallaron los otros 11.2 millones "gracias a una revisión exhaustiva" de los contenedores.
Este decomiso de dinero, en el que no hubo detenciones, es considerado por las autoridades como el más grande en la historia reciente del país.
Los paquetes de dinero estaban camuflados en bolsas de plástico que contenían 700 mil dólares cada una y venían en cuatro contenedores que supuestamente traían a Colombia una importación de sulfato de amonio, químico utilizado para elaborar elementos de aseo doméstico e industrial.
Parra detalló que el dinero llegó a Buenaventura, en el Pacífico, en cuatro contenedores y confirmó que su origen era el puerto de Manzanillo, en México.
Las autoridades policiales están convencidas de que el dinero procede de actividades ligadas con el narcotráfico y creen que Manzanillo y Buenaventura son los extremos de una ruta de envío de drogas.
El gobierno planea utilizar el dinero decomisado para construir viviendas para agentes de la Policía, "como reconocimiento a su lucha antinarcóticos durante 30 años", dijo el uniformado.