El secretario de Seguridad, Sergio Berni, señaló que el gobierno tiene "aceitado el mecanismo" para contener eventuales conflictos, a la vez que aclaró que no se está "pensando" bajo "ningún aspecto" en un "estallido social" para diciembre.
"Tenemos informes confidenciales sobre diferentes movimientos de actores políticos para generar lo mismo que hicieron el año pasado, y el anterior: intentos de saqueos focalizados que fueron rápidamente detenidos por la Policía", indicó.
En declaraciones a la radio Once Diez, Berni recordó que aún hay "muchos" de los involucrados en los saqueos de fines del año pasado que siguen detenidos "porque han sido calificados como 'robo en poblado y en banda', una tipificación penal que no permite la excarcelación tan rápidamente".
El funcionario apostó a la "implementación de manera implacable de la Justicia" para prevenir "este tipo de especulaciones políticas de algunos sectores (de la oposición) que siempre intentan a fin de año llevar este caos, que comienza los primeros días de diciembre y básicamente termina el 24".
A mediados de octubre pasado, los gobiernos de varias provincias analizaron medidas para evitar protestas sociales a fin de año y que se repitan los desbordes producidos para esa época.
Bonos salariales para palear la creciente inflación, ayuda social y sistemas de alerta temprana para detectar posibles focos de conflicto son algunos de los recursos que analizaron las provincias. Varias solicitaron reforzar la seguridad para evitar tensiones.
La presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, había alertado meses atrás que ciertos sectores impulsaban un estallido social para fin de año.
Las huelgas realizadas en diciembre del año pasado por diversas policías provinciales desataron saqueos y desmanes en varias ciudades argentinas. Tras una huelga policial en la provincia de Córdoba en reclamo de una mejora salarial, las protestas se extendieron a casi todo el país, en las que se produjeron robos y actos de violencia que dejaron al menos 12 muertos.
En diciembre de 2001 se registraron las protestas sociales más graves en Argentina, con decenas de muertos, en medio de una de las crisis políticas, sociales y económicas más profundas de las últimas décadas que llevaron a la renuncia anticipada del entonces presidente Fernando de la Rúa. (DPA)