Francisco alabó el incansable servicio y el consejo espiritual, así como el extraordinario testimonio de santidad de Karol Wojtyla, "que guió a la Iglesia al tercer milenio de la fe".
En una carta enviada a la diócesis de Bérgamo, de la que procedía Juan XXIII, lo calificó también de un "gran regalo" para la Iglesia católica de todo el mundo. (DPA)