"Es una buena noticia, es un gran éxito", destacó Baroin en una entrevista a la emisora de radio RTL al ser preguntado sobre los resultados de la operación de canje de los tenedores privados de deuda griega.
Destacó que deja de lado el peligro de una suspensión de pagos de Grecia y recordó la situación que esa amenaza había provocado durante el pasado verano cuando "el suelo se nos hundía".
Por eso mismo el ministro conservador criticó, sin nombrarlo, al candidato socialista a las presidenciales francesas, François Hollande, que quiere renegociar el nuevo tratado europeo para añadir junto al nuevo dispositivo de disciplina presupuestaria mecanismos de estímulo económico para propiciar la recuperación.
Baroin consideró que cuestionar el tratado es hacer correr el peligro de una recaída.
Por otro lado, el titular de Finanzas defendió la propuesta electoral de su candidato, el presidente francés en ejercicio, Nicolas Sarkozy, para crear un nuevo impuesto que grave a las grandes empresas francesas.
Precisó que se verían afectadas las compañías con una capitalización superior a los 1,000 millones de euros, y que la base imponible sería su facturación mundial, en lugar de los beneficios que es lo que se toma en el impuesto de sociedades.
Justificó ese nuevo gravamen porque "es difícil de aceptar" que esos grupos no paguen en Francia por los beneficios que logran en el extranjero.