En abril de 2011 sufrió un aneurisma cerebral, el lado izquierdo de su cuerpo quedó paralizado. Pero poco después el aneurisma desapareció, sin que se pudiera dar una explicación científica.
Madre de cinco hijos (uno de ellos ya falleció) y abuela de seis nietos, los médicos la daban por desahuciada.
El 1 de mayo de 2011 se despertó de madrugada y vio la beatificación en televisión, contó. Se volvió a dormir y en la mañana, cuando despertó de nuevo, escuchó una voz que le decía "Levántate. No tengas miedo". Seguidamente vio en la portada de una revista que tenía sobre la televisión a Juan Pablo II con las manos levantadas, haciendo el gesto de que se levantara. Se curó de inmediato y "desde ese día hasta hoy estoy en pie", relató Floribeth.
"Mucha gente cree que estoy loca, pero bendita sea mi locura porque estoy sana", concluyó la costarricense, que ya ha cumplido los 50 y que asiste como invitada a la canonización de Juan Pablo II.
Su médico, Alejandro Vargas, no daba crédito a lo sucedido y repasaron los exámenes médicos realizados antes y después de la curación. "Nunca había sucedido algo así", señaló el doctor.
Por consejo de su párroco Donald Solano, Mora se dirigió al Vaticano y relató lo ocurrido. Antes de que la curación fuese reconocida como milagro, varios teólogos y médicos interrogaron a Floribeth, una ama de casa de la provincia de Cartago.
El año pasado la curación de Mora fue declarada el segundo milagro de Juan Pablo II, requisito para su canonización, que tendrá lugar el domingo.
Durante estos días en Roma, Floribeth probablemente se reunirá con el papa emérito Benedicto XVI y pedirá al papa Francisco que visite Costa Rica. (DPA)