El rey Juan Carlos no asistirá a la ceremonia del próximo jueves en el Congreso de los Diputados, en Madrid, para "dar el máximo protagonismo al nuevo rey", informó hoy un portavoz de la casa real.
La infanta Cristina, apartada de la agenda oficial junto a su marido, Iñaki Urdangarin, desde hace más de dos años, ha quedado excluida de todos los actos oficiales en torno a la abdicación de su padre y la proclamación de su hermano.
Felipe estará arropado en la ceremonia por su madre, la reina Sofía; su mujer, la reina Letizia; y sus hijas: Leonor, de 8 años, que ese día será ya princesa de Asturias como heredera, y Sofía, de 7. También sus tías Pilar y Margarita, hermanas de Juan Carlos, estarán allí.
La ceremonia arrancará a las 10:30 horas (local) del jueves 19 en la cámara baja del Parlamento español.
Será un acto austero al que no asistirán mandatarios extranjeros ni ningún representante de otras casas reales, como ya se anunció en los días posteriores al 2 de junio, cuando el rey Juan Carlos, de 76 años, anunció por sorpresa su abdicación tras 39 de reinado.
"La filosofía de estos actos es que tengan la solemnidad y la dignidad que requieren unos acontecimientos históricos, junto a los criterios de austeridad que recomiendan los tiempos que corren", señaló un portavoz de la casa real.
Felipe, realmente, llegará al Congreso de los Diputados siendo ya rey. En una ceremonia en el Palacio Real la tarde anterior ante 150 representantes institucionales, su padre sancionará con su firma la ley de su propia abdicación, que ahora mismo tramita el Parlamento. La abdicación se hará efectiva en la medianoche, y con ella la sucesión en Felipe.
La celebración con los ciudadanos la harán los reyes Felipe y Letizia el jueves tras la proclamación con un paseo en automóvil por algunas de las avenidas del centro de Madrid, entre ellas el Paseo del Prado y la Gran Vía, cuando salgan del Congreso de los Diputados de camino a una recepción a las instituciones en el céntrico Palacio Real.
Aún se desconoce si el recorrido lo harán en un vehículo descubierto o cerrado. El diario "El País" señaló hoy que Felipe quería un automóvil sin techo, pero el gobierno tiene recelos por cuestión de seguridad.
En el Palacio Real, tras la proclamación sí estará el rey Juan Carlos. Junto a la reina Sofía acompañará a los nuevos monarcas en el balcón central cuando salgan a saludar a los ciudadanos. Una imagen que ya se vio allí hace 10 años, cuando el 22 de mayo de 2004 se casaron Felipe y Letizia, de hoy 46 y 41 años.
Y similar al de hace diez años, cuando se celebró el enlace en la catedral de Madrid, será el dispositivo de seguridad que ultima el Ministerio del Interior con el reto de velar por la seguridad del nuevo rey y del país en un día histórico para España.
Interior elevó hoy la alerta antiterrorista del nivel 2 al 3 en una escala de 4, en una revisión que calificó de "rutinaria" ante un gran acontecimiento.
Los expertos en seguridad no ven amenazas extraordinarias de cara a la proclamación. Pero eso no implica un despliegue laxo.
"Estamos trabajando con mucha intensidad y como mucha transparencia", dijo hoy Ignacio Cosidó, director general de la Policía Nacional, el cuerpo que llevará el peso fundamental.
El nivel 3 de alerta antiterrorista supone la activación de unidades especiales de intervención y reserva de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado español que vigilan los lugares de afluencia masiva de personas y protegen infraestructuras críticas.
Desde el día 16 hasta el 20 se desplegarán 1,900 agentes antidisturbios movilizados en distintas partes del país, señalaron hoy fuentes policiales. A ellos se sumarán otros efectivos.
El paseo posterior a la proclamación, junto al traslado de Felipe y Letizia al Congreso de los Diputados antes de la ceremonia, son los momentos más delicados en lo que a seguridad se refiere, según los expertos.
El espacio aéreo sobre Madrid quedará cerrado, aunque al contrario de lo que ocurrió el día de la boda de Felipe y Letizia no se suspenderá el espacio Schengen, que permite la libre circulación de ciudadanos entre los 15 países europeos que forman parte de él.
La situación actual es distinta a la de entonces: el enlace tuvo lugar tras los atentados islamistas del 11 de marzo y cuando aún estaba activa ETA, que en octubre de 2011 anunció el fin definitivo de la violencia terrorista. (DPA)