"Posteriormente pasan controles médicos de manera regular en los que también se habla sobre la situación personal general de los pilotos", indicó el experto a la agencia dpa. "Sin embargo, no se hacen test de personalidad regularmente".
Lufthansa, como otras compañías aéreas, da instrucciones claras a su tripulación sobre la obligación de informar sobre comportamientos llamativos de compañeros, algo que se puede hacer de manera anónima, informó Wissel.
Los trabajadores están instruidos para dar la alarma si ven pequeños signos de alcoholismo, depresión o inestabilidad psicológica en algún trabajador de la compañía.
Incluso antes del inicio del vuelo el capitán puede descartar aún a algún miembro de la tripulación si cree que se está comportando de manera extraña. También el copiloto tiene el derecho de impugnar al piloto.
De acuerdo con el experto, Lufthansa tenía en relación a esto unos estándares muy elevados de seguridad. "Sin embargo, la empresa deberá probar que esto también se aplicaba en su filial" Germanwings, cuyo vuelo matinal de Barcelona a Düsseldorf se estrelló el martes.
El copiloto, un alemán de 28 años identificado como Andreas Lubitz, se convirtió hoy inesperadamente en la figura clave para comprender lo ocurrido con el avión después de que la fiscalía francesa a cargo de la investigación anunciara tener indicios de que "quiso destruir voluntariamente el avión". (DPA)