Ya a comienzos de 2010, Gates llegó a la conclusión de que Obama había dejado de creer en la propia estrategia que había ordenado apenas un año antes pese a la oposición de miembros de su propio equipo: un aumento de 30,000 efectivos antes de iniciar una gradual reducción de tropas en los años siguientes hasta poner, en este 2014, punto final a la presencia militar internacional en Afganistán.
Obama "no puede soportar a (el presidente afgano, Hamid) Karzai, no cree en su propia estrategia y no considera que esa guerra sea suya. Para él, todo se centra en salir" de Afganistán, afirma Gates en su libro.
Éste, titulado "Duty: Memories of a Secretary at War" ("Deber: Memorias de un secretario en guerra") saldrá a la venta el 14 de enero, pero algunos medios como "The Wall Street Journal" publicaron hoy extractos de él, mientras que periodistas como el reputado Bob Woodward de "The Washington Post" hicieron ya un exhaustivo análisis de las alrededor de 600 páginas de la obra.
Gates sirvió como jefe del Pentágono durante casi cinco años y en dos gobiernos, en el del republicano George W. Bush y en el de Obama, que le pidió que continuara en el cargo al comienzo de su mandato.
En un libro que a menudo transpira una fuerte frustración y críticas, Gates, que ocupó diversos cargos en casi todos los gobiernos de las últimas décadas, llega a decir que la Casa Blanca de Obama era "de largo la más centralizada y controladora en cuestiones de seguridad nacional que ninguna que haya visto desde que Richard Nixon y Henry Kissinger tenían el mando".
Woodward -uno de los periodistas que revelaron el escándalo del Watergate que acabó con el presidente Richard Nixon- destaca el inusual detalle de que un alto miembro del gobierno se atreva a publicar unas memorias tan críticas con un mandatario que aún está en el poder.
A la par sin embargo dice ver "contradicciones" en las memorias puesto que aunque critica con bastante dureza a Obama, también acaba diciendo que cree que éste "estaba en lo correcto en cada una de las decisiones" que tomó respecto a Afganistán.
De otro lado, las críticas de Gates se extienden sin embargo también a Bush, con quien comparte filiación política. De hecho, según el ex jefe del Pentágono, los objetivos de Bush en Afganistán eran "vergonzosamente ambiguos e históricamente ingenuos comparados con los magros recursos humanos y financieros comprometidos" en esa tarea por su gobierno.