En días pasados, la Suprema Corte de Estados Unidos confirmó un fallo de una corte menor, al ordenar el pago del 100 por ciento de la deuda argentina en poder de acreedores que se negaron a participar en un canje de deuda por alrededor de mil 330 millones de dólares.
El fallo obligaría a Argentina a pagar esa cifra a los llamados fondos “buitre”, y pone al gobierno de la presidenta Cristina Fernández ante la disyuntiva de negociar una solución o declararse un cese de pagos.
“Alentamos a Argentina a resolver esos asuntos y cumplir con sus obligaciones”, señaló este martes Ben Rhodes, asesor del presidente estadunidense Barack Obama en Seguridad Nacional para Comunicaciones Estratégicas.
El funcionario apuntó que Obama no tiene conversaciones sobre el tema con la presidenta Fernández porque “no se trata de un simple asunto bilateral, para el establecimiento de mecanismos con el fin de que Argentina enfrente sus propios compromisos financieros”.
El principal temor es que la decisión judicial fije un precedente para el resto de acreedores que aceptaron canjes de deuda por un total de 15 mil millones de dólares, cifra que equivale, según autoridades argentinas, a la mitad de sus reservas actuales.
Rhodes agregó que Argentina necesita enfrentar sus obligaciones para tener la completa confianza de la comunidad internacional y para restablecer la sanidad de su economía.
A pregunta expresa de si hay preocupación de que la crisis fiscal en Argentina afecte a otros países, el funcionario afirmó que hay muchas herramientas en la comunidad internacional para encontrar una solución.