La medida "es en respuesta a las actuales acciones y políticas provocadoras, desestabilizadoras y represivas del gobierno de Corea del Norte, en particular su destructivo y coercitivo ciberataque contra Sony Pictures Entertainment", indicó el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest.
"Nos tomamos en serio el ataque de Corea del Norte, destinado a crear efectos destructivos en una compañía estadounidense y a amenazar a artistas y otros individuos con el objetivo de restringir su derecho a la libre expresión", añadió.
Las sanciones están dirigidas contra una agencia de inteligencia norcoreana, así como contra dos distribuidores de armas que brindan suministro a los programas de investigación de defensa y desarrollo de Pyongyang, indicó el Departamento del Tesoro. Además, serán sancionados diez funcionarios del gobierno norcoreano.
Los sancionados no tendrán acceso al sistema financiero estadounidense ni podrán hacer negocios con ciudadanos o empresas de ese país.
El mes pasado el FBI acusó a Corea del Norte del ciberataque contra el estudio cinematográfico, sufrido en aparente represalia por la película, cuestionada por las autoridades de Pyongyang. Corea del Norte consideró el film un "acto de guerra", pero rechazó estar involucrada en el ataque a Sony.
El presidente Barack Obama prometió en ese momento una respuesta "proporcional y apropiada" para Corea del Norte.
"Tomaré una decisión basada en lo que creo que es proporcional y apropiado, dada la naturaleza de este delito", señaló en su conferencia de prensa de fin de año, en la que añadió que respondería "en el lugar, el momento y la forma" que considerara adecuados.
En una carta enviada este viernes al Congreso en la que describe la acción ejecutiva que sustenta las sanciones, Obama menciona los ciberataques, las violaciones a las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU y los abusos de los derechos humanos de Corea del Norte que para él "constituyen una continua amenaza a la seguridad nacional, la política exterior y la economía de Estados Unidos".
Las instituciones sancionadas ya habían sido objeto de medidas punitivas por parte de Estados Unidos por sus actividades con armas de destrucción masiva y de proliferación nuclear. Según un funcionario estadounidense, en este caso no fueron sancionados por su participación directa en el ciberataque, sino por su importancia para el régimen norcoreano.
Sony decidió poner "The Interview" a la venta en Internet después de que la mayor parte de grandes cadenas de cine estadounidense decidiesen no proyectar la cinta debido a las amenazas existentes. Los hackers aseguraron que atacarían las salas que programasen la película.