"La construcción desenfrenada de asentamientos, especialmente durante las negociaciones, no sólo socava la confianza de los palestinos de cara a las conversaciones, sino que también puede poner en peligro el futuro de Israel como Estado judío", dijo Indyk en un discurso en la noche del jueves en Washington, que recoge hoy el diario israelí.
"De seguir así, la visión de Israel como Estado judío podría resultar herido de muerte y ello sería una tragedia de dimensiones históricas", añadió el enviado especial estadounidense.
Casi nueve meses de negociaciones de Israel con los palestinos bajo mediación estadounidense concluyeron a finales de abril sin resultados. Durante ese periodo, el gobierno del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu impulsó planes para construir 14,000 nuevas viviendas en asentamientos en la Cisjordania ocupada y en Jerusalén este.
Las conversaciones fracasaron, entre otros motivos, después de que Israel se negara a poner en libertad a un último grupo de presos palestinos, conforme se había comprometido.
El presidente palestino, Mahmud Abbas, continuó entonces su ofensiva diplomática internacional para crear un Estado palestino y pactó un acuerdo de reconciliación con el grupo islamista Hamas, que gobierna la Franja de Gaza.
Indyk destacó que durante las negociaciones las partes dieron pasos "que no ayudaron" a la paz. Simplemente, dijo, Israel y los palestinos no tienen la voluntad de hacer "dolorosas" concesiones para alcanzar la paz. Sin embargo, dijo esperar que las negociaciones puedan reanudarse.
El movimiento favorable a los colonos, fuertemente representado en el gobierno de Israel, aspira a una incorporación permanente de Cisjordania y de Jerusalén Este, lo que afectaría a los más de tres millones de palestinos que viven allí.
"Entre el Jordán y el mar (Mediterráneo) sólo habrá una soberana nación y será el Estado de Israel", dijo el jueves el ministro israelí de Construcción, Uri Ariel, del partido Casa Judía, socio de la coalición de gobierno de Netanyahu. "Todo al oeste del Jordán estará en manos israelíes. Nadie disolverá o destruirá los asentamientos", dijo citado por el diario "Jerusalem Post", sin mencionar qué ocurriría con los palestinos que allí viven. (DPA)