De acuerdo con la encuesta realizada el viernes, ese porcentaje de ciudadanos afirmó haberse quedado sin agua en sus casas una o más veces en los últimos 30 días.
Es la primera vez que más de la mitad de los 11,821,876 habitantes de Sao Paulo afirman haber sufrido falta de agua. En junio y agosto ese porcentaje fue del 35 y del 46 por ciento, respectivamente.
Tres de cada cuatro de los afectados dijeron que la última vez que sufrieron el problema el agua faltó durante más de seis horas.
Para hacer el estudio Datafolha entrevistó a 804 personas. La consultora trabaja con un margen de error de cuatro puntos porcentuales para más o para menos.
La crisis hídrica que sufre la capital provincial y otros 68 municipios de Sao Paulo y afecta a 14 millones de personas se debe a la falta de lluvias asociada a las altas temperaturas y la baja humedad.
Como consecuencia, el sistema Cantareira, principal fuente de agua de la capital y su región metropolitana, registró el domingo el mínimo histórico de su capacidad, al alcanzar sus reservas e 3.6 por ciento.
Se trata de los menores índices registrados en los 40 años de operación del sistema de represas, que abastece a unas 8.8 millones de personas.
Para sortear el problema las autoridades recurrieron al uso de la primera parte del llamado volumen muerto, que es una reserva que permanece en el fondo de las represas del sistema Cantareira y que posee 182,500 millones de litros de agua.
En caso de que no llueva en los próximos días, esa reserva se acabará en la primera quincena de noviembre.
Si eso ocurre, el gobierno deberá echar mano a la segunda parte del volumen muerto de Cantareira, que guarda 106,000 millones de litros de agua.
Paralelamente, la compañía de saneamiento de Sao Paulo (Sabesp), realiza una intensa campaña destinada a persuadir a la población a ahorrar agua. (DPA)