"En nuestra declaración de ayer dejamos bastante claro que el incidente ocurrió en espacio aéreo internacional", señaló a Efe el teniente coronel Jack Miller, portavoz de la división de Oriente Medio en el Departamento de Defensa estadounidense.
El jueves, el portavoz del Pentágono, George Little, informó de que un avión no tripulado estadounidense fue disparado, aunque no abatido, por un caza iraní SU-25 cuando realizaba un "vuelo rutinario de vigilancia" el pasado 1 de noviembre en espacio aéreo internacional.
El ministro iraní de Defensa, Ahmad Vahidi, confirmó hoy el incidente, aunque aseguró que el avión "entró en el espacio aéreo y sobrevoló las aguas territoriales de Irán en el golfo Pérsico", tras lo que "fue obligado a huir debido a la acción rápida, inteligente y decisiva de las Fuerzas Armadas" de Irán.
Miller negó hoy esa versión de los hechos y subrayó que el avión se encontraba "a más de 29 kilómetros de distancia de la costa iraní", tal y como indicó Little el jueves.
"Nuestra aeronave nunca estuvo en espacio aéreo iraní", indicó Little. "Siempre estuvo volando en espacio internacional. El límite territorial internacionalmente reconocido son 12 millas náuticas (22.2 kilómetros) desde la costa. Y nunca entramos en el límite de las 12 millas náuticas", reiteró.
Tanto Little como Miller evitaron hablar del incidente como una "provocación" o incluso un "acto de guerra", como sugirieron algunos medios.
No obstante, el Pentágono ha transmitido su "gran preocupación" a Irán a través del Departamento de Estado, que envió una queja formal a Teherán mediante la embajada suiza en la capital iraní, que actúa como poder protector de los estadounidenses.
La portavoz del Departamento de Estado, Victoria Nuland, confirmó hoy el envío de ese mensaje, pero señaló que por el momento no han recibido una respuesta de las autoridades iraníes.
Little advirtió de que Estados Unidos "tiene un amplio abanico de opciones para proteger sus activos y sus fuerzas en la región, y lo hará cuando sea necesario".
"Hemos comunicado eso a los iraníes y seguiremos llevando a cabo vuelos de vigilancia sobre aguas internacionales sobre el Golfo Pérsico como hemos hecho desde hace mucho tiempo", añadió.
El incidente marca, según Estados Unidos, la primera vez que Irán dispara a un avión no tripulado estadounidense, y se produjo apenas cinco días antes de las elecciones presidenciales en este país.
Según indicó un alto funcionario al diario The Wall Street Journal, varios legisladores republicanos y demócratas fueron informados del suceso el 2 de noviembre, pero el Gobierno de Barack Obama no hizo público el incidente hasta seis días más tarde, con las elecciones superadas y después de que la cadena CNN informara sobre ello.
"Creo que no lo hicieron público porque creían que tendría consecuencias políticas, porque plantearía asuntos que no querían enfrentar", señaló a ese diario Rich Williamson, un asesor del derrotado candidato republicano, Mitt Romney.
Según Little, el silencio se debió a razones de inteligencia. "Normalmente, no comentamos sobre misiones de vigilancia clasificadas", zanjó el portavoz.
Mientras, lejos de restar importancia al asunto, el ministro de Defensa iraní aseguró hoy que su país perseguirá legalmente este caso en los tribunales internacionales.