"Una relación renovada" es el lema de la cita de la capital gaditana de los días 16 y 17 de noviembre, y el Ejecutivo subraya que eso es lo que desea que se constate en ella, una renovación de los lazos con los países iberoamericanos y que constituye una prioridad de la política exterior del Gabinete de Mariano Rajoy.
Así lo aseguran fuentes del Gobierno que recuerdan las dos visitas que ya ha realizado en menos de un año de mandato a Latinoamérica y la que protagonizará en enero a Chile para una visita oficial y su posterior participación en la cumbre UE-América Latina y Caribe.
También se recuerda que se ha entrevistado ya con una decena de con jefes de Estado de la zona.
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Rajoy consideró esencial reforzar aún más las relaciones económicas y comerciales con esta región para impulsar el crecimiento y la creación de empleo en la presentación oficial de la cumbre de Cádiz el pasado febrero.
En ese momento, ya puso a los países de América Latina como ejemplo de superación del pesimismo y de las crisis, y ahora, las fuentes del Ejecutivo recalcan que la cumbre de Cádiz supone un buen momento para hablar de esa experiencia e intentar sacar provecho de ella ante la crisis que atraviesan España y la eurozona.
"Las relaciones de España con Latinoamérica son fundamentales para combatir la crisis", se asegura desde el Gobierno, al mismo tiempo que se garantiza que Rajoy no obviará este asunto ni en su intervención en la cumbre ni en sus entrevistas bilaterales.
El Ejecutivo desea que la primera cumbre iberoamericana en la que participará Rajoy permita constatar el compromiso con la región latinoamericana después de unos años en los que se considera que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero mantuvo una actitud más bien "retórica".
En esa "realidad renovada" entre España y Latinoamérica, el Gobierno recuerda que hay más de un millón de ciudadanos latinoamericanos viviendo en España y más de un millón de españoles que residen en países de esa región.
El Ejecutivo está satisfecho con la asistencia que tendrá la cumbre de Cádiz, ya que previsiblemente acudirán todos los jefes de Estado salvo los de Argentina, Venezuela, Cuba y Paraguay.
La ausencia de la presidenta argentina, Cristina Fernández, que fue anunciada el pasado jueves y justificada por motivos médicos, no la relaciona el Gobierno con el contencioso por la expropiación de YPF.
Está convencido de que este asunto no interferirá en la cumbre, subraya que la "firmeza" en la defensa de los intereses españoles "tiene sus cauces" y recuerda que Argentina estará representada por una persona de alto rango como el vicepresidente, Amado Boudou.
Entre los invitados especiales a la cumbre estarán el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso; el secretario general de la Organización de Estados Americanos, José Miguel Insulza; y el Alto Comisario de la ONU para los Refugiados, Antonio Guterres.
También estará el secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), Ángel Gurría, y destaca en el apartado de observadores la asistencia por vez primera del primer ministro marroquí, Abdelilá Benkirán.
Una presencia que se ha concretado tras la invitación expresa que le trasladó Rajoy el mes pasado en la cumbre bilateral que ambos presidieron en Rabat.
En el capítulo de asistencias, también por vez primera estará en la inauguración el líder de la oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba, tras la invitación del Gobierno y que los socialistas enmarcan en el hecho de que la cumbre coincida en Cádiz con el bicentenario de la Constitución española de 1812.
Asimismo, acudirán los portavoces de los grupos parlamentarios.
La cumbre de la próxima semana puede ser la penúltima con carácter anual.
Ya está previsto que el próximo año se desarrolle en Panamá, pero se ha abierto una reflexión sobre la periodicidad de este foro y podría decidirse que se convocara cada dos años, aunque esta es una cuestión que no se abordará ahora.