"Estoy aquí para proponer a mis colegas de la UE varias opciones para rellenar las capacidades entre nosotros, para estar listos y mandar armamento a Ucrania, incluyendo los MIG-29", declaró al llegar a la reunión el ministro de Defensa eslovaco, Jaroslav Nad.
Para el envío de estos cazas, Eslovaquia solicitará a sus socios de la UE "ayuda financiera" o "reposición", como ya sucedió cuando el país centroeuropeo entregó hace una semana a Kiev 39 vehículos blindados BVP a cambio de 15 tanques Leopard 2 de Alemania.
Bratislava avisó en el pasado sobre el problema para mantener en el aire los cazas MIG-29, ya que su mantenimiento corre a cargo de mecánicos rusos.
El problema es que esta flotilla de cazas soviéticos debería estar operativa hasta 2024, cuando llegarán los nuevos 14 cazas polivalentes F16 del fabricante estadounidense Lockheed Martin.
Tras un acuerdo alcanzado con Praga, anunciado a principios de julio, ese hueco lo cubrirían los cazas supersónicos Jas-39 Gripen de las Fuerza Aérea de la República Checa, país fronterizo con Eslovaquia.
Los Gripen vigilarán el espacio aéreo de Eslovaquia hasta que este país disponga de su nueva flota de catorce cazas estadounidenses F-16 Block 70/72, que deberían llegar a Eslovaquia a finales de 2024, por lo que se espera que esta nueva misión de los Gripen checos, un flotilla actualmente en alquiler, dure al menos un año.
Eslovaquia también ofrecerá hoy su territorio para la nueva misión europea de entrenamiento de tropas ucranianas, uno de los temas de discusión en este consejo informal praguense.
"Vamos a proponer tener campos de entrenamiento en nuestro país con nuestras capacidades y entrenadores", aseveró Nad.