El derecho a expropiar "está en las manos de cualquier Gobierno siempre que se haga respetando el valor y los contratos. Creo que de eso es de lo que se trata", indicó el máximo responsable de la Segib.
De visita en México para participar en un foro sobre la crisis de la deuda en Latinoamérica en los años ochenta del pasado siglo, el economista uruguayo evitó comentar de manera específica la decisión del presidente boliviano, Evo Morales, de expropiar la empresa Sabsa, filial de la española Abertis y participada (en un 10 por ciento) por la también española Aena y administradora de los tres mayores aeropuertos del país.
"No tengo conocimiento de los detalles", dijo Iglesias, quien sin embargo consideró las expropiaciones fenómenos "bastante aislados en el conjunto de la situación" latinoamericana.
"La región está invirtiendo normalmente y los países están teniendo los influjos que significan la inversión del ahorro externo en el desarrollo de las economías. Eso es lo generalizado", apuntó.
Sobre el tema también habló la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), la mexicana Alicia Bárcena, quien pidió diferenciar entre expropiaciones, revisiones de contratos, y compras de empresas.
"Hay países que han decidido recomprar a los inversionistas privados activos y volverlos estatales. Eso no se puede considerar una expropiación como tal si hay mutuo acuerdo", puntualizó.
Reconoció que América Latina en general "está replanteando" su relación con "sectores estratégicos, como el energético", y admitió que en algunos países "hay una orientación (...) de recuperar algunas empresas estratégicas" en pos de una "reindustrialización".
Para Bárcena, este proceso ha dejado varios casos positivos. entre ellos "la renegociación de contratos petroleros en Ecuador" y la revisión en Brasil de las tarifas que cobran las empresas eléctricas.
En Bolivia, dijo, el Gobierno de ese país "ha recomprado algunas empresas españolas de mutuo acuerdo", mientras que Argentina "tomó un camino distinto (al expropiar YPF, filial de Repsol)", reconoció.
"También hay que evaluar qué había detrás de todo eso, si efectivamente la empresa había cumplido con sus compromisos de reinversión o no. Yo creo que se exacerbó el tema entre ellos, lamentablemente", manifestó.
La máxima responsable de Cepal consideró también que ante estas operaciones lo necesario es entender "cuál es el modelo que se está haciendo" en cada país en la relación que desea tener con la inversión extranjera directa (IED).
Recordó que la Cepal lleva un cuarto de siglo analizando "con mucho cuidado" las inversiones foráneas y ha sacado tres conclusiones básicas: "que los principales activos de la IED son europeos", "que los flujos han ido disminuyendo", y que "la inversión europea (...) es muy positiva en materia de transferencia tecnológica, de creación de empleo, de reglas del juego".
Destacó que, ante una reindustrialización regional, "si la IED está dispuesta a jugar este nuevo rol de sumarse al cambio estructural que la región requiere, de mayor conocimiento, más innovación y no solo extraer y vender materias primas, creo que va a haber un 'boom' de inversión extranjera".