El paro, convocado por los sindicatos Unison y GMB, tiene lugar un día después de que el Gobierno británico introdujera en el Parlamento un proyecto de ley que le otorga el poder de fijar ciertos niveles de servicios mínimos en caso de medidas de fuerza por parte de servicios esenciales, como la sanidad.
Los sindicatos del servicio de ambulancias y la Sanidad británica (NHS, por sus siglas en inglés) acordaron que, a pesar del paro de hoy, los trabajadores de las ambulancias atenderán las llamadas de emergencia de categoría uno, cuando la vida de una persona corre peligro, como puede ser un ataque cardíaco o una reacción alérgica.
Además de la huelga de hoy, los trabajadores de ambulancias planean otra para el próximo día 23 porque exigen al Gobierno un incremento salarial por encima de la inflación -en el 10.7 %-, si bien los sindicatos no han especificado un porcentaje concreto de aumento.
En Escocia, los sindicatos del sector han aceptado una oferta de incremento salarial del 7.5 %.
Numerosos empleados de distintos sectores -ferroviarios, enfermeros, personal de ambulancias y otros- han ido a la huelga para exigir alzas salariales a fin de hacer frente al fuerte incremento del coste de la vida en el Reino Unido, donde la inflación se situó en noviembre en el 10.7 %.