Entre esos monumentos figura la Catedral de la Transfiguración, restaurada en 2007.
Destacó en un comunicado que además del "terrible número de vidas civiles" que está cobrando la guerra, este "es otro ataque en un área protegida por la Convención del Patrimonio Mundial en violación de la Convención de La Haya de 1954 para la Protección de los Bienes Culturales en caso de Conflicto Armado".
De acuerdo con su portavoz, Stéphane Dujarric, Guterres "está preocupado por la amenaza que esta guerra representa cada vez más para la cultura y el patrimonio de Ucrania".
Recordó que desde el 24 de febrero de 2022, la Unesco ha verificado daños en 270 sitios culturales en Ucrania, incluidos 116 sitios religiosos.
La Unesco por su parte censuró nuevamente a Rusia por sus ataques al centro histórico y alertó de que ataques intencionales de ese calado pueden considerarse "crimen de guerra".
También indicó que en los próximos días enviará una misión para evaluar los destrozos.
Odesa ha sido esta semana escenario de los mayores bombardeos desde el inicio de la guerra y el ocurrido hoy, en que se lanzaron misiles de precisión de largo alcance de emplazamiento terrestre y marítimo, causando daño a infraestructura y a la antigua catedral, en el centro de la ciudad, donde hubo un incendio.
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, prometió represalias contra el régimen ruso por el nuevo ataque a la ciudad portuaria.
Odesa ha sido blanco de ataques masivos esta semana desde que el lunes Rusia abandonó la Iniciativa del Mar Negro que facilitaba las exportaciones de cereal ucraniano.
Guterres exhortó a la Federación de Rusia a cesar "de inmediato" todos los ataques contra civiles e infraestructura así como los ataques contra los bienes culturales protegidos.