De acuerdo con el periódico, el jefe de la Fuerza de control fronterizo, Brian Moore, confirmó hoy ante una comisión parlamentaria que la Agencia estaba analizando esa posibilidad.
La idea sería que los pasajeros "que son valorados por las aerolíneas o que son valiosos para la economía" pudieran pasar los controles de inmigración con rapidez, a fin de dar la impresión de que el Reino Unido "está abierto para hacer negocios", explicó.
Moore, cuyo mandato expiró a finales de agosto y aún no ha sido sustituido, recordó también que hay otros países que ya dispensan este trato preferente a ciertas personas, así como aerolíneas que lo ofrecen a sus pasajeros de primera clase.
El plan, según apunta The Guardian, sería una extensión de una medida ya aplicada en periodo de prueba en el aeropuerto londinense de Heathrow, en que los viajeros de países de la Commonwealth como Canadá, Australia o Nueva Zelanda, entre otros, tienen prioridad frente a otros pasajeros extracomunitarios.
En Heathrow, el mayor aeropuerto británico y el de más tráfico de Europa, las esperas en los mostradores de inmigración para pasajeros de fuera de la Unión Europea (UE) pueden llegar a 45 minutos en circunstancias normales, lo que ha conllevado críticas para las autoridades aeroportuarias.
En cuanto a los pasajeros de la UE, el objetivo del aeropuerto es que las filas no superen los 25 minutos de espera, según indica el periódico en su página web.