"Los ataques de las armas se terminen, por favor", instó el pontífice ante los más de 10,000 fieles reunidos en la plaza de San Pedro para escucharle, porque "el terrorismo y la guerra no llevan a ninguna solución".
Tras el ataque con cohetes e incursiones lanzado este sábado por Hamás, al menos 350 personas han muerto y más de 1,800 han resultado heridas en Israel, que ha respondido con una fuerte ofensiva por aire que deja más 400 muertos palestinos en Gaza, así como cerca de 2,000 heridos.
"Sigo con aprensión y dolor lo que está pasando en Israel, donde la violencia ha explotado incluso más ferozmente, provocando cientos de muertos y heridos", dijo Francisco al acabar su oración dominical, cuando quiso mostrar su "cercanía a las familias de las victimas".
Y aseguró que reza "por ellos y por todos los que están viviendo horas de terror y angustia".
Entonces pidió "por favor" el final de los ataques de las armas "y que se comprenda que el terrorismo y la guerra no llevan a ninguna solución, solo a la muerte y al sufrimiento de tantos inocentes. La guerra es una derrota, cada guerra es una derrota".
"Recemos porque haya paz en Israel y Palestina", concluyó.