Presidido por dos imponentes piscinas emplazadas en el lugar exacto donde se alzaban las Torres Gemelas, el memorial se ha convertido en uno de los puntos de la ciudad de los rascacielos que más visitantes, ilustres y anónimos, ha congregado este 2011 al superar "el importante hito del millón de visitas".
Así lo anunciaron conjuntamente en un comunicado el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, y el presidente del memorial, Joe Daniels, quienes no dieron la cifra concreta a día de hoy, aunque subrayaron que entre los visitantes hay personas de más de 120 países del mundo, además de estadounidense llegados de todos los estados de la nación.
"Como testimonio del impacto mundial de los ataques, destaca el hecho de que personas de los 50 estados y más de 120 países hayan visitado el memorial. Hasta el momento han llegado visitantes desde Francia, Uganda, China, Alemania, Brasil, Reino Unido, Australia, Líbano y muchos otros puntos cercanos y lejanos a Nueva York", dice el comunicado.
Las autoridades destacaron que, además del inmenso número de personas anónimas que pisaron la nueva zona cero de Manhattan desde septiembre, ha habido también numerosos visitantes ilustres, entre los que destacan el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y su esposa Michelle.
Los actuales inquilinos de la Casa Blanca inauguraron el lugar el pasado 11 de septiembre junto a sus predecesores, George W. Bush y su esposa Laura, mientras que también han estado desde entonces en el lugar el presidente de Chile, Sebastián Piñera, y la primera dama de México, Margarita Zavala, entre otros mandatarios y miembros de las familias reales de Noruega y Marruecos, por ejemplo.
"Nueva York ha recibido en 2011 más visitantes que nunca: 50,2 millones. Y este año un millón de ellos han podido añadir a su visita el Memorial del 11-S, que rinde tributo a las vidas de quienes desaparecieron en un día inolvidable", señaló el alcalde Bloomberg en el comunicado.
El presidente del memorial, Joe Daniels, destacó su impresión al ver que "el deseo del público por rendir homenaje a las víctimas del 11-S es más fuerte que nunca", mientras que los familiares de las víctimas aprovecharon para agradecer el cariño de los visitantes.
"Me llega al corazón que un millón de personas hayan venido ya a rendir tributo y mostrar su respeto a mi hermano y a los miles de personas queridas que murieron en los ataques", dijo Anthoula Katsimatides, cuyo hermano John murió a los 31 años dentro de la Torre Norte del World Trade Center.
El Memorial del 11-S, diseñado por Michael Arad y Peter Walker, está compuesto por las enormes piscinas de las que brota agua y a cuyo alrededor están grabados en bronce los nombres de las 2.983 personas que murieron el 11-S en Nueva York, y de los fallecidos en el Pentágono y en Pensilvania, así como los de los muertos en el primer atentado contra el World Trade Center en 1993.
El espacio fue inaugurado oficialmente el 11 de septiembre, cuando los familiares de las víctimas pudieron acceder a él, mientras que el público tuvo que esperar un día más para poder entrar tras haber reservado una entrada gratuita por internet, mecanismo que sigue en marcha todavía.
Desde entonces, el memorial está abierto bajo estrictas medidas de seguridad, aunque no se han evitado alarmas como la que disparó una turista de Tennessee, Meredith Graves, al presentarse el pasado 22 de diciembre en el lugar con su arma cargada bajo el brazo.
Graves tiene permiso de armas en Tennessee y está acostumbrada a llevar su pistola, aunque al llegar al acceso al memorial se dio cuenta de que no está permitida la entrada de armas, por lo que se presentó ante unos agentes de Policía que procedieron a su detención, según detalla hoy el diario New York Post.
Las leyes de armas en Nueva York son mucho más estrictas que las de otros estados y el alcalde Bloomberg lidera desde hace años una cruzada contra las armas ilegales que llegan a la ciudad procedentes especialmente del sur del país.