En total, 321 diputados de los 316 necesarios para obtener la mayoría absoluta secundaron el Ejecutivo de Conte, fundamentalmente procedentes de los gubernamentales Movimiento 5 Estrellas (M5S), Partido Demócrata y Libres e Iguales, y del Grupo Mixto.
Se abstuvieron 27, en su mayoría de Italia Viva, y 259 votaron que "no", sobre todo de los partidos de la derecha: Liga, Hermanos de Italia y Forza Italia.
Entre los votos a favor se encuentra el de la diputada Reneta Polverini, de Forza Italia, que "en un acto de responsabilidad", tal y como dijo a los medios tras la sesión parlamentaria, se desmarcó de la línea de su partido para apoyar a Conte.
EL GRAN DESAFÍO: LA VOTACIÓN EN EL SENADO
Conte había pedido el apoyo de la Cámara de los Diputados para seguir dirigiendo el país en estos momentos de pandemia y zanjar esta crisis "sin sentido", y ha conseguido una mayoría absoluta cómoda, aunque los números en la Cámara baja se daban casi por descontados.
Mañana será el gran desafío en el Senado, donde está previsto que comparezca a partir de las 09.30 horas locales (08.30 GMT) y precisamente en esta cámara el margen es más estrecho.
Conte podría aceptar gobernar con el respaldo de entre 155 y 158 senadores, que le darían una mayoría simple y que así lo permite la Constitución, frente a los 161 necesarios para la mayoría absoluta.
Este escenario debería ser sostenido por el presidente de la República, Sergio Mattarella, quien hasta el momento ha pedido mayorías sólidas y estables.
"AYUDADNOS", LA SÚPLICA DE CONTE
El jefe del Gobierno italiano acudió este lunes a la Cámara de los Diputados con un mensaje claro: el país atraviesa un momento difícil por la pandemia del coronavirus y por eso "merece un Gobierno unido y dedicado a trabajar por el bien de los ciudadanos y en una incisiva recuperación de la economía".
Tildó la crisis abierta por Renzi de "sin sentido" y le cerró la puerta a una posible nueva alianza, al señalar que "es hora de pasar página".
"Nuestras fuerzas deberían estar concentradas en la respuesta a la crisis que atenaza al país, mientras que ante los ojos que nos miran aparecen dispersas en pugnas políticas del todo incomprensibles para quienes cada día afrontan el miedo de la enfermedad", lamentó.
En este sentido, hizo un llamamiento a la responsabilidad política para que los parlamentarios en las dos cámaras "ayuden" a la continuidad de su gabinete.
"A todos aquellos que tienen en el corazón el destino de Italia, os pido hoy: ayudadnos, ayudadnos a seguir con la máxima celeridad", instó el primer ministro.
Pero matizó: "Pido un apoyo claro, un apoyo transparente, que se base en la adhesión convencida a un proyecto político, basado en la solidez y claridad de la propuesta".
La intención de Conte era convencer a los diputados del Grupo Mixto -liberales, populares y socialistas- de que se sumaran a su proyecto y formaran parte de una administración consciente "de la delicadeza del deber, capaz de huir de egoísmos personales".
Un Ejecutivo que esté decidido a "modernizar el país, mejorando sus infraestructuras tangibles e intangibles, haciendo la transición energética y digital, potenciando la inclusión social, todo en nombre del desarrollo sostenible".
UNA MAYORÍA DÉBIL NO ES LO QUE NECESITA ITALIA, SEGÚN LA DERECHA
Pero Conte pidió sobre todo un Gobierno que tenga "una vocación europeísta", que ponga freno a "las tendencias nacionalistas", en clara alusión a los partidos ultraderechistas de la Liga, de Matteo Salvini, y Hermanos de Italia.
Según los últimos sondeos, los partidos de la derecha ganarían unas hipotéticas elecciones generales y la intención de Conte es evitar este escenario.
La coalición de derechas, formada por la Liga, Hermanos de Italia y Forza Italia, reiteró este lunes en una nota conjunta su negativa a apoyar a Conte y criticó la "absoluta insuficiencia del Gobierno para abordar" la crisis sanitaria y económica derivada de la pandemia.
"Un Gobierno con una mayoría débil o inexistente no es lo que Italia necesita para afrontar los difíciles retos de los próximos meses", apuntó en el comunicado.
Mañana será el día decisivo. Conte pedirá la confianza del Senado para seguir con su Ejecutivo y no presentar su dimisión ante el presidente de la República de Italia.