El visto bueno de la troika, formada por la Comisión Europea (CE), el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), al nuevo plan de recortes es necesario para que se le concedan a Grecia el siguiente tramo de ayudas exteriores, de 31,500 millones de euros.
Para ello, Samarás debe aún superar escollos en sus propias filas, ya que las nuevas medidas de ahorro despiertan polémica, pues casi la mitad del volumen de los recortes afectará a las pensiones, de acuerdo a la información filtrada a los medios griegos.
Ya la pasada semana, Fotis Kuvelis, líder del partido centroizquierdista Dimar y uno de los socios de la coalición gobernante, mostró sus reservas sobre los recortes.
"Si votamos a favor de las medidas o no depende de qué medidas sean y de si van acompañadas de iniciativas orientadas al crecimiento", dijo en declaraciones al diario "Kathimerini".
La coalición formada por los conservadores de Nueva Democracia (ND), los socialdemócratas del Pasok y Dimar goza de una cómoda mayoría parlamentaria con 178 de los 300 escaños, pero una abstención de los 17 diputados del grupo de Kuvelis sembraría dudas sobre las posibilidades del gobierno de sacar adelante los recortes, ya que en las filas de los otros dos partidos también se han escuchado voces críticas.
Las negociaciones entre los tres partidos que apoyan al Ejecutivo se prolongan desde hace un mes y medio, y hoy estaba prevista la reunión que debería dar el plácet final a las nuevas medidas de austeridad, una cita que sin embargo no tendrá lugar según confirmaron a Efe fuentes de la oficina del primer ministro.
Este hecho lo han atribuido los medios griegos a la necesidad de obtener primero el visto bueno de Alemania durante la visita que mañana realizará en Berlín el ministro de Finanzas heleno, Yannis Sturnaras, a su homólogo germano, Wolfgang Schäuble.
Después de ello, Samarás convocará a sus socios para terminar de perfilar el plan que será presentado a los jefes de misión de la troika, cuya llegada a Atenas está prevista para el viernes, así como la de Van Rompuy, quien ese mismo día mantendrá una reunión con el primer ministro heleno.
Los responsables de la troika se reunirán con las autoridades griegas durante el fin de semana y principios de la semana siguiente, mientras que Samarás a su vez tiene previsto entrevistarse el 11 de septiembre, en Fráncfort (Alemania) con el presidente del BCE, Mario Draghi.
Dios días más tarde, se reunirá además con el ministro de Finanzas francés, Pierre Moscovici, todo ello con vistas a preparar la cumbre del Eurogrupo el día 14 en Chipre.
Entre esa reunión y la que tendrá lugar el 8 de octubre en Luxemburgo, para la que debería estar listo el informe de la troika sobre Grecia (un mes más tarde de lo previsto), se espera que los socios europeos aclaren una postura común sobre el desembolso de los siguientes tramos de ayuda financiera.