Las investigaciones apuntan a establecer si el navío cumplía con las condiciones de seguridad, entre ellas tener un vigilante nocturno que debe estar despierto y alertar por cualquier peligro o emergencia que se presente.
Como parte de las pesquisas, la operadora de botes de buceo Truth Aquatics fue allanada por agentes del Buró Federal de Investigaciones (FBI), la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF) y la Guardia Costera.
Los oficiales realizaron un registro de forma intempestiva de las oficinas de la compañía en Santa Bárbara, así como dos barcos, uno de ellos similares al Conception, la nave incendiada y hundida.
La mayoría de los pasajeros del barco estaba durmiendo bajo la cubierta cuando se desató el fuego en la madrugada.
A bordo viajaban 39 personas, de los cuales 6 eran miembros de la tripulación y 33 eran pasajeros.
Los únicos cinco sobrevivientes eran parte de la tripulación, que estaban despiertos sobre la cubierta y saltaron al agua, donde fueron rescatados por una embarcación de ocio.
Monica Rochester, comandante de la Guardia Costera de Los Ángeles-Sector Long Beach, ha dicho que el testimonio de los supervivientes será importante para determinar el origen del fuego.
La comandante no pudo confirmar si hubo una explosión en el interior del barco.
El jueves pasado el propietario del Conception pidió a un tribunal en California que limite o elimine la responsabilidad financiera por las muertes tras la tragedia.
Truth Aquatics dijo en un mensaje publicado por Instagram, que el paso legal del dueño del barco es "otro lado desafortunado de estas tragedia".
